La defensa del FC Barcelona vive un momento de máxima competencia y uno de los grandes protagonistas del nuevo curso puede ser Andreas Christensen. El central danés, tras una temporada irregular marcada por problemas físicos, ha regresado con una mentalidad ambiciosa: quiere ser titular y demostrar que todavía tiene mucho fútbol que aportar al equipo de Hansi Flick. Su actitud, entrega y rendimiento en los entrenamientos no están pasando desapercibidos… y están generando consecuencias directas.
Uno de los nombres que se ve más afectado por este escenario es el de Ronald Araujo. El uruguayo sigue siendo uno de los futbolistas más valorados del plantel por su juventud, jerarquía y proyección. Sin embargo, su continuidad en el club ya no es segura. En el Barça son conscientes de que su nombre sigue despertando interés en el mercado, especialmente en clubes de la Premier League y la Serie A, donde su perfil gusta mucho.
Y ahora, con Christensen decidido a recuperar su sitio y con Flick priorizando la salida del balón desde atrás, Araujo podría verse desplazado en el once. El técnico alemán valora mucho la capacidad técnica y táctica del danés, que también puede actuar como mediocentro defensivo si el contexto lo requiere. Esa versatilidad es un plus, y su compromiso en la pretemporada ha generado optimismo en el cuerpo técnico.
El precio de una salida
El Barça no vería con malos ojos una venta de Araujo si llega una oferta cercana a los 60 millones de euros. Sería una operación muy rentable teniendo en cuenta su coste cero al llegar desde el filial, y permitiría desbloquear margen salarial y afrontar nuevas incorporaciones. Aunque Deco prefiere mantener a los pilares defensivos, el overbooking de centrales (Christensen, Araujo, Cubarsí, Eric Garcia e Íñigo Martínez) obliga a tomar decisiones.
Además, si finalmente se concreta la llegada de un lateral como Denzel Dumfries, Flick podría alinear a Eric Garcia o Koundé como centrales, lo que cerraría aún más la puerta a Araujo.
Flick tiene la última palabra
El entrenador alemán es claro con sus jugadores y ya ha hecho saber que el rendimiento en el día a día y la adaptación a su estilo serán determinantes para formar parte del proyecto. Christensen lo ha entendido perfectamente y está respondiendo con hechos, no con palabras. Su compromiso pone en un serio aprieto a un Araujo que podría ser sacrificado si llega una oferta adecuada.
En el Barça lo tienen claro: si hay una venta millonaria que ayude a cuadrar las cuentas y reforzar otras posiciones, se escucharán ofertas. Y ahora mismo, el central uruguayo está más cerca de la rampa de salida de lo que muchos imaginaban.