El aficionado del Espanyol que en el año 2020 fue captado por las cámaras de seguridad del RCDE Stadium e identificado por los Mossos profiriendo gritos racistas contra Iñaki Williams, -K.B.G., de nacionalidad española-, se sentará desde este miércoles en el banquillo de los acusados con una petición de pena de dos años de prisión. El 25 de enero de aquel año los blanquiazules se enfrentaron, en un partido de liga, con el Bilbao, y durante el encuentro varias personas profirieron gritos contra el jugador negro de los vascos. Según consta en el escrito de acusación de la Fiscalía contra los delitos de Odio de Barcelona, realizaron gestos imitando a unos primates y también gritaron "uh, uh, uh", simulando también a un primate, lo que los energúmenos que habitan los campos de fútbol utilizan para insultar, de manera racista, a los jugadores de piel negra.

Aunque las personas que increparon al jugador vasco fueron muchas más, se abrieron diligencias contra dos y finalmente, gracias a las cámaras de seguridad del estadio de Cornellà y la investigación de los Mossos d'Esquadra, se pudo identificar plenamente a uno de ellos, que fue denunciado y finalmente, este miércoles, tendrá que verse las caras, aunque por videoconferencia, con el hombre que hace cinco años intentó humillarlo en el RCDE Stadium.

Los hechos fueron detectados cuando el jugador fue sustituido por un compañero suyo, momento en que los aficionados del Espanyol empezaron a hacer los gritos y gestos de carácter racista. El escrito de la Fiscalía ya advertía que el hombre identificado actuó como otras personas en el mismo estadio, pero él pudo ser identificado y ahora tendrá que dar explicaciones. El fiscal que se encarga de estos delitos de odio, Miguel Ángel Aguilar, pide que sea condenado a dos años de prisión, en una petición pionera en el Estado español por este tipo de gritos y acciones contra personas negras.

Cinco años sin entrar en estadios

El partido fue seguido en directo por más de 27.000 personas, además de las 200.000 que lo siguieron por televisión, pero el fiscal también asegura que los gritos se escucharon por las emisoras de radio, catalanas, vascas y españolas, que retransmitieron el encuentro, y que, por tanto, la repercusión del ataque es de gran alcance. El juicio, que arrancará el miércoles, 3 de septiembre, en la sección sexta de la Audiencia de Barcelona, se podrá seguir en directo. Está previsto que declaren el acusado, K.B.G., también el jugador vasco y los agentes de los Mossos que realizaron, en su momento, la investigación. Además de los dos años de prisión, la Fiscalía pide también la prohibición, durante cinco años, de entrar en recintos deportivos y que no pueda dar clases relacionadas con el deporte o la infancia. Asimismo, si finalmente resulta condenado y el tribunal acepta la petición de la Fiscalía, tendrá que pagar una multa de 5.500 euros.