Un brillante Carlos Alcaraz arrasa a Daniil Medvédev (6-3, 6-3, 6,3) y se cita con Novak Djokovic en la final de Wimbledon. El murciano ha desquiciado al ruso, le ha minado la moral y, sin regalar nada, se ha plantado en la final de este domingo después de poco más de dos horas de semifinal.

Alcaraz, extremadamente preciso en sus dejadas y muy lúcido a la hora de encontrar el contrapié de Medvédev, ha conseguido dejar sin ideas a su oponente, que ya no sabía por qué medio encontrarle las cosquillas a un 'Carlitos' que parece que lleve compitiendo contra los mejores los 20 años que cumplió el pasado mes de mayo.

'Carlitos' no se iba a dejar sorprender

Después de dos primeros sets donde la superioridad del español ha sido muy evidente, Medvédev ha amagado con lo que parecía su reacción. El ruso ha encadenado dos juegos donde le ha dado la vuelta a la tortilla por completo y parecía que podía complicar el partido. Alcaraz, que venía dando pasos agigantados para hacer de las semis un mero trámite para él, ha cedido un poco de terreno que, sobre todo, más que trascendente en el marcador, lo era a nivel mental.

Medvédev, sin embargo, solo ha sido capaz de mostrar unas pocas páginas de su repertorio, ya que 'Carlitos' no se iba a dejar sorprender y, efectivamente, ha culminado el tercer set con el mismo marcador que los dos anteriores. En la grada, las lágrimas de su padre ponían en evidencia como de difícil es lo que está haciendo un chico que parece hacerlo todo fácil. Mientras tanto, el segundo de los grandes protagonistas de esta tarde de viernes se ha referido a su clasificación para la gran final como "hora para seguir soñando".

La sombra de Novak Djokovic plana amenazante a la final

Horas antes, bajo el techo del All England Club, Djokovic también ha estado a un nivel excelso para, a costa del italiano Jannik Sinner, escribir su nombre en su 35.ª final de un Grand Slam (6-3, 6-4 y 7-6 (4)). De esta manera, 'Nole' ya es el tenista que más veces se ha clasificado para la final de un torneo grande, superando este próximo domingo las 34 que lo tenía empatado con el estadounidense Chris Evert.

Aunque el sol hace días que brilla por su ausencia en Londres, la sombra de Novak Djokovic cierne amenazante en la final. A sus 36 años, Sinner, de 21 y octavo del mundo, no ha sido rival para él. Ya empezó su camino en Wimbledon con paso firme y su nivel ha ido en aumento. De esta manera, presumiblemente, nos espera una final entre una estrella cada día más brillante en la constelación ATP y una leyenda que no parece cerca de dejar de escribir capítulos en su legado. Todo, este domingo, a partir de las 15:00 horas de la tarde, hora española.