El próximo partido del Barça será mucho más que un amistoso de pretemporada. El Barça-Roma de Tejas del próximo miércoles servirá para rendir cuentas después de la guerra pública para conseguir el fichaje de Malcom Filipe Silva de Oliveira. Los italianos, que llegaron a anunciar un principio de acuerdo con el Girondinos de Burdeos para el traspaso del delantero brasileño, ahora se plantean emprender acciones legales contra el Barça para torpedear la operación.
La Roma, a través de su director deportivo Monchi, reconoció que no tenía nada firmado con Malcom, pero está dispuesta a utilizar las conversaciones con sus representantes y directivos del Girondins para depurar responsabilidades en uno de los seriales del verano. Los aficionados italianos, incluso, hicieron noche en el aeropuerto esperando un vuelo que nunca aterrizó.
James Pallotta, presidente de la Roma, tildó la actitud del Barça, que mejoró la oferta en el último momento, de "poco ética" y puso una condición para aceptar las disculpas de Josep Maria Bartomeu: la venta de Leo Messi. Sin embargo, el empresario norteamericana no quiso cerrar ninguna puerta: "Son un equipo más grande que nosotros y tendremos otros acuerdos con ellos". Cualquier pacto futuro, sin embargo, estará acondicionado por el 'caso Malcom'.
Ahora, los dos equipos se encuentran por Estados Unidos en un partido que supondrá la revancha de la eliminación en la última edición de la Champions League. El Barça, con un 4-1 de margen, se dejó remontar en Italia (3-0) para acabar diciendo adiós en los cuartos de final. Un porrazo que hizo tambalear una temporada que acabó con un doblete.
El AT&T Stadium, casa de los Dallas Cowboys, un equipo de fútbol americano, será el decorado del segundo partido de pretemporada del Barça. Los blaugrana, con bajas por lesión, llegan a la cita después de ganar contra el Tottenham en los penaltis. La Roma también se estrenó con los ingleses. Pero lo hizo con un resultado completamente diferente (1-4).