El Barça está a punto de cerrar un fichaje que no aparecía en ninguna de las quinielas. El club está centrado en la operación para que Malcom Filipe Silva de Oliveira deje el Girondins de Burdeos y aterrice en el Camp Nou. La ofensiva blaugrana, desplegada en las últimas horas, ha frenado un principio de acuerdo de la Roma con este extremo brasileño de 21 años.

Los dos equipos ya habían anunciado a través de las redes sociales que Malcom cambiaría de camiseta y país la próxima temporada. Sólo faltaban detalles administrativos para cerrar un fichaje que superaría los 30 millones de euros, según medios italianos. Monchi, director deportivo de la Roma, se había avanzado a todo el mundo para firmar una de las promesas del fútbol europeo, como en su día hizo con Justin Kluivert, hijo del exdelantero del Barça.

El interés del Barça ha cancelado el viaje del futbolista a Roma. Todo el mundo tenía tan asumida su llegada a la capital italiana que, incluso, muchos aficionados pasaron la noche haciendo cola en el aeropuerto esperando un avión que nunca aterrizó. Malcom y el Griondins han parado el fichaje para esperar la oferta de la secretaría técnica blaugrana, que tira la toalla con Willian Borges.

El Barça ha visto cómo el Chelsea rechazaba la tercera oferta por el mediocampista brasileño. Los ingleses no parecen dispuestos a aceptar menos de 80 millones por una de sus piezas clave, que brilló con luz propia en el Mundial de Rusia con Brasil. Ahora, ante la enèsima negativa por Willian, el club ha activado una segunda opción.

Malcom, nacido en Sao Paulo, hace tres años que juega al Girondins de Burdeos. Los números de sus dos últimas temporadas en Francia (7 goles y 4 asistencias / 12 goles y 7 asistencias) lo han situado en el radar de clubs que juegan la Champions. Este delantero, rápido y hábil con las dos piernas, supondría una alternativa y competencia para Ousmane Dembélé.