El Barça puede tener un problema después de cerrar el fichaje de Malcom Filipe Silva de Oliveira para las próximas cinco temporadas. El club, en un solo día, ha torpedeado una operación que la Roma ya había anunciado en las redes sociales. La intromisión de la secretaría técnica blaugrana en la llegada del extremo brasileño a Italia puede tener consecuencias en los despachos.

Monchi, secretario técnico de la Roma, no ha descartado emprender acciones legales si descubren irregularidades en el fichaje. "30 minutos después de cerrar la operación, me llama el presidente del Girondins diciendo que querían hacer un tweet anunciado el acuerdo. Nosotros hicimos lo mismo y todo parecía cerrado. Después empezamos a escuchar voces del Barça. Con el presidente del club decidimos subir la oferta. El presidente del Girondins me pide documentos y dice que todo estaba en regla para que mañana (martes) viajara el futbolista. Hoy, los agentes del jugador me piden otra oferta porque el Barça está pagando más y yo les he dicho que no queríamos entrar en una subasta", ha asegurado Monchi a la televisión del club antes de afirmar que "ahora, dentro del club, estamos valorando nuestras opciones y viendo si hay posibilidad de denunciar".

La Roma, sin embargo, no tenía nada firmado. Los argumentos del club italiano, que estaba a punto de cerrar el fichaje por un precio menor a los 41 millones de euros fijos que pagará el Barça. son las conversaciones con todos los protagonistas de la operación. "Es verdad que no firmamos nada, pero hay muchos mensajes con los agentes y su presidente que tienen que ser evaluados", ha seguido Monchi.

El tiempo dirá si este fichaje relámpago del Barça, planteado y ejecutado en poco más de 24 horas, no acaba suponiendo otro quebradero de cabeza judicial.