El Barça ha empatado contra el Málaga (0-0) un partido en el que ha acusado en exceso las ausencias de Leo Messi y Luis Suárez. Los blaugrana desperdician una oportunidad de oro para ponerse líderes en solitario y los andaluces consiguen un meritorio punto después de haber jugado más de 20 minutos con un hombre menos.
Chocar contra el muro
Desafío para Luis Enrique. El Málaga se ha plantado en el Camp Nou calcando el planteamiento de un Granada que estuvo a punto de conseguir un empate en el último partido de Liga en el estadio. El Barça, sin Messi por culpa de una indisposición estomacal de última hora, ha salido con Neymar Jr y Paco Alcácer como únicos delanteros puros.
El equipo ha empezado con un 4-3-3, cambiante a un 4-4-2, con Arda Turan como pieza móvil del sistema. Luis Enrique intervenía para buscar una solución a los planteamientos rivales, pero no la ha encontrado. El Málaga se ha limitado a protegerse con una defensa de cinco y una línea de medios de cuatro bien junta. El exblaugrana Sandro Ramírez se tenía que buscar a vida solo en ataque.
El Barça ya ha demostrado en este inicio de temporada que no es capaz de resolver con solvencia partidos contra equipos que renuncian a la pelota y se encierran en su campo. Con las bajas Suárez y Messi, a Neymar se le suponía un paso adelante que no ha sabido dar. El equipo se ha perdido en posesiones largas que no podía concretar en ocasiones claras de gol.
Gerard Piqué y Rafinha han estado a punto de deshacer el empate pero sus chutes los ha acabado desviando el portero del Málaga, Carlos Kameni. El Barça no acertaba con el último pase y eso lo sufría, sobre todo, un Alcácer que ha vuelto a pasar inadvertido. El equipo inclinaba el campo hacia la banda derecha de Sergi Roberto, el mejor del partido, pero sufría en las pocas salidas de los andaluces al contragolpe. Ter Stegen ha conseguido detener un chute potente de Sandro, principio y final del ataque malagueño.
Regalo desperdiciado
Luis Enrique no ha querido hacer ningún cambio en el descanso y el Barça ha seguido sufriendo los mismos problemas. Incapaz de asediar la portería de Kameni, el punto de inflexión parecía que llegaba después de un error de Diego Llorente. El central, cedido por el Madrid, ha entrado de manera salvaje sobre la rodilla de Neymar cuando corría al contragolpe. Roja directa.
Al Barça le quedaban 21 minutos por delante para deshacer el 0-0. El Málaga, con un hombre menos, ha acentuado todavía más su planteamiento, renunciando a atacar y fiándolo todo a conservar un punto de inmenso valor. Los cambios de Jordi Alba, André Gomes y Ivan Rakitic han intentado modificar el guion pero al equipo le ha faltado un golpe de genio. Posiblemente, el del genio Messi.
En los últimos minutos, el Barça se ha olvidado de esquemas y sistemas. Piqué se ha quedado jugando de delantero mientras Mascherano, Roberto y Alba protegían la portería de Ter Stegen. La insistencia ha estado a punto de dar resultado con un cabezazo de André Gomes que ha acabado en el larguero. El Camp Nou ha hecho el papel de jugador número 12 pero el asedio ha acabado en nada.
Ni el gran partido de Kameni, ni un posible penalti, ni los irrisorios 4 minutos de tiempo añadido son argumentos lo bastante sólidos para justificar el mal partido del Barça. Una actuación que hace evidente un problema grave para atacar sistemas ultradefensivos.