No aciertan Nike y el Barça en elegir un formato revolucionario para la nueva camiseta de la temporada 2019/20. Si se acaba confirmando el primer esbozo, la nueva equipación blaugrana será ajedrezada. Un formato nunca visto hasta ahora y que deja de lado el estilo histórico.

Un error histórico

Es cierto que la camiseta seguro que tendrá un éxito de ventas brutal. También provocará un aumento de los ingresos de manera sustancial. Pero romperá con la historia del club.

Hasta ahora siempre se han respetado las franjas en la camiseta. Azul y grana combinados con rayas verticales, y un controvertido modelo horizontal, pero siempre combinándolas para definir una camiseta ya conocida mundialmente por sus colores.

La primera camiseta del Barça históricamente siempre ha mezclado las líneas para autodefinirse: más anchas, más estrechas, en más cantidad o en menos cantidad, pero siempre franjas. Y ahora se pretende cambiar la historia del club con una revolución que empieza recibir críticas por parte de la afición.

Desde la primera equipación de la historia en 1899 hay una clara división azul y grana. Después se fue repitiendo, pero cambiando el modelo a lo largo de los años. Y en los últimos tiempos se ha ido haciendo una variación más constante por la clara intención de beneficiarse de los ingresos del merchandising.

Las segundas camisetas siempre han sido de los colores amarillos, naranjas, verdes, azules, marrones, grises, negros o, incluso, blancos. Pero en todos los casos se mantenían las franjas o se utilizaba un único color.

El dinero manda

La única manera de entender esta intención de revolucionar la camiseta es por el dinero. El fútbol ya no únicamente es un deporte que juega con las emociones, que también, sino que ahora buena parte es un negocio. Y para seguir conservando el éxito de este negocio hace falta dinero.

Año tras año los futbolistas cobran más, el dinero que se paga por los fichajes aumenta y el mundo futbolístico crece dentro de una burbuja única y muy cara. A todo esto, se buscan los ingresos bajo de las piedras. Ya sea por una mejora en el contrato de televisión, por una marca local que pueda patrocinar al equipo o por una nueva y revolucionaria camiseta.

Es la dictadura del nuevo negocio del fútbol. El Barça se ve abocado a pervertir su historia por el dinero. Pero tiene que haber un límite. El club tiene que decir basta y tiene que plantar cara a Nike, pero parece que ya es tarde y el negocio tiene la sartén cogida por el mango. El Barça se desnaturaliza.