Arda Güler y Jude Bellingham están siendo las dos noticias más positivas de la pretemporada en el Real Madrid. Ambos han conseguido generar una expectación enorme por las sensaciones que han dejado en la pretemporada, mostrando detalles de la inmensa calidad que atesoran. Hasta el propio Carlo Ancelotti se ha tenido que deshacer en elogios hacia ellos, y ha asegurado que han superado todo tipo de expectativas que se había creado.

Por parte del internacional turco, poca gente lo había visto en acción, y prácticamente no había referencias de sus habilidades. Pero únicamente ha necesitado un par de semanas para poner en evidencia que ha sido un acierto total por parte de Florentino Pérez. No se ha equivocado a la hora de pagar 20 millones de euros al Fenerbahce, y es un crack destinado a ser muy importante en el Santiago Bernabéu, y a dar muchas alegrías a la afición.

Mientras que el astro inglés ya contaba con una reputación sensacional, después de maravillar en los tres años que pasó en el Borussia Dortmund. Aún y así, lo lógico era que necesitara de un periodo de aclimatación, debido a que sigue siendo insultantemente joven, 20 años. No obstante, desde el primer día ha presentado sus credenciales para ser uno de los referentes del proyecto, y ser considerado como un galáctico con todas las reglas.

Aunque Güler y Bellingham también han destapado el ‘agujero’ negro en la planificación de la plantilla. Y es que si bien es cierto que ambos pueden aportar muchos goles llegando desde segunda línea, lo que más necesita el Madrid es a un ‘killer’ que pueda aportar más de 30 dianas por curso, y que haga olvidar por completo la marcha de Karim Benzema al Al-Ittihad de Arabia Saudí. En este sentido, hay dos posibles soluciones.

La primera es firmar a un ariete contrastado en la élite, con experiencia y un currículum envidiable. Por ejemplo, en estos parámetros encaja perfectamente la figura de Harry Kane, pero parece haber quedado descartado por Ancelotti.

Kylian Mbappé, la segunda vía

Y la segunda vía que controla el Madrid es la compra de Kylian Mbappé, que sigue siendo el sueño imposible de Florentino Pérez, aunque no pierde la esperanza en poder sacarlo del Paris Saint-Germain. Parece complicado que pueda llegar a un acuerdo con Nasser Al-Khelaïfi este verano, pero sigue probando suerte.

Sin duda, el campeón del Mundial de Rusia garantizaría mejorar la puntería de cara a puerta, pese a no ser un delantero centro nato.