En el Barça comienzan a explotar las costuras defensivas y los primeros damnificados tienen nombre y apellido: Ronald Araujo y Jules Koundé. Ambos quedaron completamente retratados en Stamford Bridge, donde el Barça ofreció una de sus peores versiones europeas de los últimos años. Y es que el desastre defensivo ha llevado a Hansi Flick al límite. El técnico alemán, que ya venía avisando en privado, ha tomado una decisión muy clara: no quiere seguir dependiendo de dos jugadores que le rompen partidos una y otra vez.
Araujo y Koundé, los grandes responsables del naufragio en Londres
Porque lo del otro día no fue un accidente aislado por parte de ambos. Si bien es cierto que el Barça está lejos de su mejor nivel, la realidad es que ante el Chelsea los errores individuales volvieron a sentenciar al equipo. En este sentido, Koundé protagonizó un despiste impropio de un jugador de élite, permitiendo el autogol que abrió el marcador y que dejó al Barça contra las cuerdas desde el primer momento. El francés lleva tiempo acumulando fallos graves y en el vestuario ya reconocen que su concentración es un problema constante y además,parece indolente ante sus fallos, lo que empeora todo.
Y es que lo de Araujo fue todavía más grave. El uruguayo perdió la cabeza con una expulsión totalmente innecesaria en la primera parte, en una acción que rompió por completo el partido y dejó al Barça sin opciones de competir. Flick terminó absolutamente indignado con él. No es la primera vez que Araujo comete errores de juvenil en noche decisiva de Champions. Lo que ha colmado la paciencia del entrenador.
Flick ya no los quiere como indiscutibles
De este modo, en el club ya asumen que el técnico ha enviado un mensaje directo a la dirección deportiva: no quiere volver a construir su defensa alrededor de Araujo y Koundé. Ambos han dejado de ser indiscutibles por méritos propios. Y es que el partido de Londres fue la gota definitiva para un Flick que está cansado de que los mismos errores le cuesten eliminatorias, prestigio y puntos clave.
Así pues, el escenario ha cambiado por completo. Flick ha pedido alternativas, quiere competencia real y, si es necesario, cambios estructurales en la defensa. La confianza en Araujo y Koundé está totalmente erosionada y el club deberá decidir cómo actuar en el próximo mercado. Lo que es seguro es que, después de lo ocurrido en Stamford Bridge, ninguno de los dos volverá a gozar del estatus que tenían. El técnico se ha hartado y su paciencia, simplemente, se ha agotado.
