En San Sebastián se avecinan cambios importantes. El nombre más destacado es el del técnico, Imano Alguacil, cuya salida ya se anunció hace unos días. Su relevo en el banquillo, Sergio Francisco, ya está confeccionando la plantilla del curso que viene. Y es que el de Alguacil no será el único cambio.
Otro de los nombres propios en el centro del huracán es el de Ander Barrenetxea. El extremo, que hace apenas unos años era considerado una de las joyas más prometedoras de la cantera de Zubieta, se encuentra en el punto de mira tras una temporada cargada de frustraciones tanto a nivel individual como colectivo.
Barrenetxea se acerca a la puerta de salida
El jugador, que irrumpió con fuerza en el primer equipo siendo aún adolescente, no ha conseguido consolidarse como ese referente ofensivo que muchos auguraban. Su campaña ha estado marcada por la irregularidad, y las lesiones musculares lo han mantenido alejado de los planes de forma constante. Aunque su calidad es incuestionable, su impacto en el juego ha sido limitado: ha participado en menos de la mitad de los minutos totales tanto en Liga como en competiciones europeas (1.963 en total, marcando 8 goles y dando 6 asistencias).
Mientras tanto, la Real Sociedad vive una situación convulsa. El equipo empezó bien la temporada, pero ha perdido regularidad, el juego ha perdido chispa, y el vestuario parece haber tocado fondo. La posible marcha de figuras como Imanol Alguacil, Olabe o incluso Zubimendi no hace sino reforzar la sensación de que el club se encamina hacia una reestructuración profunda.
La Real Sociedad escucharía ofertas a partir de 20 millones de euros
En ese contexto, el futuro de Barrenetxea se vuelve incierto. Parte de la afición considera que su etapa en el club ha llegado a su fin. Hay quienes creen que, pese a su juventud (23 años), no ha logrado dar el salto de calidad que se esperaba. La opción de una venta empieza a ganar fuerza, especialmente si el club quiere generar ingresos para afrontar un nuevo proyecto deportivo.
Según fuentes cercanas a la entidad, su valor de mercado ronda los 18 millones de euros, y su contrato hasta 2030 le otorga a la Real una posición de fuerza en una posible negociación. Según fuentes donostiarras, un traspaso que superase los 20 millones sería visto como una operación inteligente por muchos dentro del club.