El Real Madrid de Carlo Ancelotti va sobre ruedas. Líder en solitario en la Liga Santander y clasificado para los octavos de final de la Champions League. Karim Benzema y Vinícius Júnior son los dos nuevos líderes del equipo. A uno ya le otorgábamos el timón del barco, el otro ha tomado los mandos gracias a un inicio de temporada fulgurante.

No obstante, si alguna objeción se le puede encontrar a este Madrid es que casi no hay rotaciones en el once titular. Ancelotti tiene a sus hombres de confianza y raramente un jugador que no frecuenta la titularidad entra en el once si no hay lesión. Algunos de los jugadores que acostumbran a empezar el partido con el abrigo puesto ya han mostrado su descontento. Eduardo Camavinga, ha sido el último en hacerlo.

Vinicius Real Madrid EFE

Vinícius Júnior, celebrando un gol frente al Granada / EFE

Eduardo Camavinga no sabe pedir permiso

El mediocampista franco-angoleño se ha desarrollado futbolísticamente diferente a la mayoría de jugadores. Debutó con 16 años en la Ligue 1 contra el Paris Saint-Germain y con 17 se nacionalizó francés. Antes de cumplir la mayoría de edad, ya había debutado con el combinado nacional, ya llevaba el dorsal 10 en la espalda en el Rennes y era el capitán.

Responsabilidades que han llegado a una edad muy prematura para Camavinga, pero eso en ningún momento le ha pesado. De hecho, el futbolista de Miconje se siente capaz de eso y más y ahora no sabe lidiar con un rol secundario como el que tiene establecido en el Real Madrid.

Eduardo Camavinga Real Madrid Europa Press

Eduardo Camavinga, durante un partido con el Real Madrid / Europa Press

El nuevo rebelde del vestuario de Ancelotti

A Carlo Ancelotti el control del vestuario es un tema que lo preocupa y ocupa. Durante su primera etapa tuvo que lidiar con figuras de peso como la de Cristiano Ronaldo y la de Sergio Ramos y no tenía la voz cantante. Ahora sí que la tiene, pero ya empieza a alborotarse el gallinero. Eden Hazard, Fede Valverde, Isco Alarcón y Lucas Vázquez son algunos de los jugadores que, como Camavinga, piden más protagonismo.

Camavinga no ha llegado al Santiago Bernabéu para ser suplente. Exige ser titular y no está contento con serlo cuando uno de los tres fijos está lesionado. Ante el Atlhetic Club de Bilbao jugó de inicio porque Casemiro estaba sancionado y también lo hizo cuando Toni Kroos estaba en la enfermería. A sus 19 años, todavía tiene que entender muchas cosas, pero un jugador que durante toda su vida ha sido el centro de atención, puede convertirse en una bomba de relojería dentro del vestuario del Real Madrid.

 

Imagen principal: Carlo Ancelotti sentado en el banquillo / EFE