Hoy abordaremos un tema que, pese a la idea que pueda darnos el título, requiere una buena dosis de reflexión.
¿Y qué son, estos verbos irreflexivos a los que nos referimos? ¿Son unos verbos que no piensan, que no se detienen a analizar las cosas? Eeeh… No. De hecho, esta denominación no existe, nos la hemos inventado, pero es una forma de aludir a una serie de verbos que NO son reflexivos pero que en catalán, erróneamente, se utilizan como tales.
Vayamos por partes. Primero de todo, conviene saber que los verbos reflexivos son aquellos en los que la acción que se realiza recae sobre la misma persona que la ejecuta, y se construyen con el pronombre personal se.
Por ejemplo, los verbos catalanes siguientes: llevar-se, dutxar-se, pentinar-se, rentar-se, vestir-se, arreglar-se, maquillar-se… Es decir, cuando yo "em pentino" ('me peino'), soy al mismo tiempo quien realiza la acción y quien la recibe. O cuando "em poso un vestit" ('me pongo un vestido'), cuando "m'eixugo els cabells" ('me seco el pelo'). Etcétera.
Una vez que esto esté claro, podemos pasar al siguiente concepto. Los falsos verbos reflexivos, que son verbos que, generalmente por influencia del castellano, a pesar de no ser reflexivos en catalán, se utilizan como si lo fueran.
¿Queréis ejemplos? Pues aquí los tenéis: caure (NO: caure's), callar (NO: callar-se), pujar (NO: pujar-se), baixar (NO: baixar-se), riure (NO: riure's), marxar (NO: marxar-se), llegir (NO: llegir-se), sortir (NO: sortir-se), y un largo etcétera. Veámoslo, para que se entienda mejor, dentro de frases:
Es va caure de la bici, però no es va fer mal.
Va caure de la bici, però no es va fer mal.
Jo no em callo mai el que penso.
Jo no callo mai el que penso.
Es va baixar de l'autobús una parada abans del que tocava.
Va baixar de l'autobús una parada abans del que tocava.
Al sopar d'ahir ens vam riure molt.
Al sopar d'ahir vam riure molt.
Si te fijas, en todos los casos, la frase sigue teniendo el mismo sentido cuando le quitamos el pronombre. Esta es una buena pista…
Muy bien, pues como siempre, tras las explicaciones, llega el momento de poner en práctica los conocimientos adquiridos (si es que no se sabía, ya).
¡Ponte a prueba!