Antes de ser el gran monarca de la selva dando vida al Tarzán más iconográfico de la historia, Johnny Weissmüller reinó sin competencia las piscinas olímpicas.

János Weissmüller nació el 20 de junio de 1904 en Szabadfalu, a inicios del siglo XX todavía dentro de las fronteras del Imperio Austro-Húngaro, actualmente la ciudad rumana de Timisoara.

Tenía sólo siete meses cuando su familia, como tantas otras del Viejo Continente, emigró a los Estados Unidos buscando hacer realidad sus sueños. Los Weissmüller se establecieron en Chicago, ciudad donde muy pronto el pequeño Johnny, como todo el mundo lo llamaba en su nuevo país, empezó a demostrar sus aptitudes para la natación a golpe de brazadas por el lago Michigan.

Miembro del equipo de natación de la YMCA, Weissmüller fulminó todos los récords en categoría junior. Mejor todavía, en 1922 y ya como sénior, con 58,6 segundos no sólo superó el récord del mundo de los 100 metros libres sino que se convirtió en el primer nadador a bajar del minuto. Su futuro pasaba, incuestionablemente, por los Juegos Olímpicos de París de 1924. Y en la capital francesa respondió sobradamente a todas las expectativas ganando el oro de los 100 metros libres, de los 400 metros libres y de los relevos del 4x200 metros libres. Además, como miembro del equipo de waterpolo de los Estados Unidos también se colgó la medalla de bronce. Cuatro años más tarde, en los Juegos Olímpicos de Amsterdam, Weissmüller ampliaría su medallero sumando dos oros más (100 y 4x200 metros libres) a su colección.

Acabada su trayectoria deportiva, Weissmüller se pasó al mundo de la moda como imagen de la marca de ropa interior BVD. Hombre atractivo de físico imponente, rápidamente llamó la atención de los estudios de cine de Hollywood. Seducido por el celuloide realizó sus primeras apariciones en filmes como Glorifying the American Girl y Crystal Champions. Pero su vida cambió definitivamente cuando la Metro-Goldwyn-Mayer le ofreció ser al protagonista de Tarzán de los monos (1932). La película tuvo tanto éxito que en los siguientes años se rodarían once títulos más inspirados en el personaje creado por el escritor Edgar Rice Burroughs, todas con Weissmüller, para siempre el indiscutible rey de la selva, como protagonista.