El Gremi de Libreters de Catalunya y la Cambra del Llibre han presentado hoy la previsión del próximo Sant Jordi, el primero desde que la UNESCO otorgó a Barcelona el título de "Ciutat de la Literatura". Los libreros son optimistas, y piensan que la festividad del libro consolidará la recuperación del sector. "Ya hace tiempo que tocamos fondo", alega Antoni Daura, presidente del Gremi. En el 2015 por Sant Jordi se facturó un 6% más que en el 2014, después de cinco años seguidos de reducción de las ventas del sector. Daura cree, por la experiencia de otros años, que el hecho de que este año caiga en sábado no tiene porqué perjudicar la celebración.

Difícil de superar

El año pasado, según cifras del sector, el día del libro se vendieron 1.500.000 de ejemplares, de 40.000 títulos diferentes. En realidad, explica Antoni Daura, los libros más vendidos representan sólo un pequeño porcentaje del total, que es muy diversificado: se compran libros de todos los géneros, y de muchos autores diversos. Según el presidente de la Cambra del Llibre, Patrici Tixis, 1.200.000 personas salieron a la calle para celebrar la fiesta de Sant Jordi, además de la gente que acude anticipadamente a las librerías para comprar sus libros. Este año, Gremi y Cambra han intentado buscar socios privados para maximizar el impacto de esta festividad.

Fiesta internacionalizada

En 1995, a instancias de las instituciones catalanas, la UNESCO proclamó el 23 de abril como Día Internacional del Libro. Poco a poco se ha ido extendiendo por diferentes países. Actualmente se celebra en muchas localidades europeas, en Japón, en Argentina, en Estados Unidos... El Diplocat, el organismo dedicado a difundir Catalunya ante la opinión pública internacional, ha organizado una campaña para potenciar la internacionalización del Día del Libro y ha abierto una página web para coordinar todas estas iniciativas. Algunas actividades del exterior son organizadas por la Generalitat o por las comunidades catalanas en el exterior, pero muchas otras son organizadas por bibliotecas, clubs de lectores, librerías... Con el fin de potenciar la celebración del Día del Libro en Europa, el Diplocat ha invitado a quince libreros europeos a visitar Barcelona el 23 de abril, con la esperanza de que extiendan esta costumbre por sus países. "Este día el mundo nos mira", ha indicado también Antoni Daura, que también ha valorado positivamente la importancia de las instituciones.

El sector del libro se reconcilia con las instituciones

Patrici Tixis en ocasiones anteriores se había mostrado muy crítico con las instituciones. Ahora asegura que están en vías de negociación de nuevas acciones en favor del libro con la Generalitat y que la predisposición de ésta le parece favorable. Asegura que hay tres campos en los que el gobierno está diseñando programas que el sector del libro encuentra de gran interés: la protección a las librerías, el incremento del presupuesto para la compra de libros en las bibliotecas, y la creación de un vale, que se entregaría a los padres de todos los niños que cumplan seis años, para que vayan a una librería a comprar un libro para iniciar su propia biblioteca. Ahora bien, Tixis se muestra prudente, porque la aplicación de estas políticas, que considera esenciales para la dinamización del sector, dependerán del presupuesto de la Generalitat. Eso sí, Tixis es muy crítico con las políticas educativas, ya que considera que la reducción de la presencia de las humanidades en el bachillerato es catastrófica. Y se siente alarmado porque hay datos que apuntan a que en toda España hay unos siete millones de analfabetos funcionales, gente que sabe leer, pero que no sabe interpretar los textos. Cree que esta cifra es escandalosa. Tixis no sólo protesta como representante del sector del libro, sino también como ciudadano: "No estamos construyendo un futuro esperanzador, porque todo empieza con la lectura. La lectura es la puerta de entrada para todas las actividades culturales".

El mensaje

La escritora bielorrusa Svetlana Aleksiévich, premio Nobel de literatura el año pasado, una gran amante de Barcelona, se ha solidarizado con los organizadores del Sant Jordi y ha dirigido un mensaje a través de un vídeo en que afirma que el libro es imprescindible, porque "tener un libro en las manos es como un apretón de manos".