En clase de lengua nos enseñan a distinguir nombres comunes (taula, gat, ordinador, refresc, amistat) de nombres propios (Maria, Joan, Mallorca, Sabadell, Saturn). Las marcas comerciales (Danone, Nespresso, Seat, Adidas, Marie Claire) en principio son nombres propios. Pero a menudo pasan a usarse como nombres comunes designando el objeto tal cual, aunque otra gente fabrique ese objeto con otra denominación comercial. Así, palabras como uralita, velcro o goretex las utilizamos para designar objetos o materiales (el primero, un material para la construcción mezcla de amianto y cemento, hoy prohibido; el segundo, un sistema de enganche para piezas de vestir, y el tercero, una clase de tejido).

Sin embargo, originalmente estos términos eran marcas comerciales. ¿O quién no ha pedido alguna vez un cacaulat en un bar cuando simplemente quiere un batido de leche con cacao que no sea necesariamente de la marca Cacaolat? Cuando los catalanes van a Madrid, suele ocurrir que piden un cacaulat en un bar, entonces el camarero responde que no tiene (es un producto catalán), pero el visitante catalán simplemente pedía un batido de leche con cacao, sin importar la marca. Eso lleva años pasando: en los años 80 y 90 del siglo XX, en las Terres de l'Ebre era muy corriente decir que un niño tenía que comerse un danone (es decir, un yogur, aunque fuera de otra marca) o tomarse un fruco (un zumo de fruta) o saborear un frigo (un helado).

Cuando los catalanes van a Madrid, suele ocurrir que piden un cacaulat en un bar, entonces el camarero responde que no tiene (es un producto catalán), pero el visitante catalán simplemente pedía un batido de leche con cacao, sin importar la marca

El calzado deportivo: cuando la lengua innova de forma revolucionaria

El calzado deportivo, en catalán todo el mundo lo llama vambes, término que proviene de una marca de este tipo de calzado, Wamba. El caso es que esto no suele decirse en castellano (lo llaman playeras, zapatillas o deportivas, y por Andalucía oiréis tenis). En catalán también se usa otra palabra para este calzado deportivo: quets. Se oye en muchos lugares: Camp de Tarragona, Garrotxa, Lleida... La marca comercial es Quets! (con signo de admiración inclusive). Al su vez, el Diccionari etimològic de Jordi Bruguera (Enciclopèdia Catalana, 1996) explica el origen de la palabra xiruca, un calzado para ir de excursión por la montaña. Era una marca registrada puesta en circulación hacia 1950 por Esteve Fontfreda, fabricante de dicho calzado. Procede del gallego Chiruca, forma afectiva del nombre de mujer Mercedes y que era el título de una obra de teatro de Adolfo Torrado muy popular entre 1941 y 1942. La esposa de Fontfreda se llamaba Mercè, y de ahí la marca. Hoy xiruca se emplea como un nombre común para designar estas botas.

Un montón de casos

¿Y cuántas veces al pan de molde no se le ha llamado pan bimbo? ¿Quién no se ha tomado con amigos una xibeca (una cerveza en una botella grande)? ¿Cuántas veces hemos dicho que pondremos típex sobre un texto impreso? ¿O que vamos a pegar algo con cel·lo o blutac? Todo esto en origen son marcas (por cierto que en Andorra la cinta adhesiva se llama escotx, que proviene de otra marca: Scotch). Incluso a partir de una marca de matamoscas Flit en catalán hoy echamos flit y también flitem una habitación. Por cierto: seguro que alguien de vosotros lee esto en un àifon (iPhone)...