Nadie habla de cualquier otra cosa, excepto la larga ovación a Brendan Fraser en la que ha sido la reaparición del actor, en el Festival de Venecia. Es el tema estrella, antes, durante y ahora también después del estreno, una película rodeada de los rumores y la polémica desde el primer día de rodaje. Estamos hablando de Don't Worry Darling, la segunda película dirigida por Olivia Wilde después de Booksmart y protagonizada por el cantante Harry Styles y Florence Pugh. Tenía todos los ingredientes para despertar la curiosidad del público, pero ha acabado provocando una ola de polémicas que han tapado cualquier otro interés por la película en sí. Pero, ¿cómo se ha llegado hasta este punto? Te lo explicamos parte por parte.

La primera polémica, Shia LaBeouf

Inicialmente, el protagonista tenía que ser el polémico actor Shia LaBeouf, pero según ha trascendido, Olivia Wilde lo habría despedido por su comportamiento en el set de rodaje. Además, su pasado con acusaciones de machismo y agresiones por parte de su expareja, tampoco ayudaba a buena reputación de la película y Wilde, que también aparece al filme, lo despidió. Ahora, él dice que fue una decisión suya y que la directora (quizás la recordaréis por su papel como la doctora Trece en la serie House) le rogó que se quedara. Sea como sea, LaBeouf abandonó la producción y el papel protagonista fue a parar a manos de Harry Styles, cuya única aparición en una película hasta ahora era un pequeño rol como secundario en Dunkerque. Con todo, este año estrenará su segundo filme como protagonista, en este caso con la también británica Emma Corrin (la princesa Diana de The Crown), My Policeman.

Una historia de amor al siete de rodaje

Wilde siempre ha dicho que Styles era su primera opción, pero la gira del cantante impedía que pudiera rodar la película. Hasta que llegó la covid, el tour se suspendió y Styles estaba más que disponible. Y el amor surgió al rodaje. Styles y Wilde aparecieron por primera vez a unas bodas juntos, hecho que incrementó los rumores de una relación, que con el tiempo se acabó por confirmar, aunque nunca han puesto oficialmente ante la prensa. Ni siquiera en la premier de Venecia, donde han evitado ser fotografiados uno al lado del otro. Un pequeño detalle es que Wilde tiene 10 años más que el cantante, y hasta que lo conoció estaba casada con el también actor Jason Sudekins, con quien tiene dos hijos, que ahora lo acompañan a ver algunos de los conciertos de la interminable gira de su novio. Cuando los niños no están, hay quien se pregunta quien los está cuidando, con su madre pasándoselo bien en un concierto y la respuesta suele ser su padre. Sudenkins tuvo su momento de gloria cuando durante una charla de Wilde en público sobre la película, le entregaron los papeles de la custodia de sus hijos. Una nueva polémica.

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Harry Styles, en Venecia / Efe

Las fans de Styles no ayudan

La relación de Wilde y Styles enfureció aparte de los fans del cantante de As It Was. La mayoría de estas son chicas que han visto crecer al artista, ya que lo siguen desde que era un adolescente y formaba parte de One Direction. Entre sus compañeros había Louis Tomlinson, con quien siempre se lo ha relacionado sentimentalmente y no es difícil encontrar centenares de vídeos en Youtube con pruebas sobre su historia de amor, prohibida por decreto de su mánager. Esta, según sus teorías, todavía es vigente y los rumores los han acompañado hasta hoy: algunas de las fans defienden que incluso el hijo de Louis no es suyo, ya que no le gustan las mujeres, y que la relación de Wilde y Styles es ficticia y programada para hacer publicidad de la película.

Florence Pugh y su aparición estelar, Aperol en mano

Sea como sea, los dos siguen juntos. Pero en este cóctel Molotov se le tiene que sumar el factor Florence Pugh, muy querida por su papel a la última adaptación cinematográfica de Mujercitas, por la que fue nominada en el premio Óscar. Se ha hablado mucho de una complicada relación entre Wilde y Pugh, que prácticamente no ha promocionado la película en las redes sociales, mientras la directora se dedica a alabarla en público. Según ha trascendido, la actriz ha lamentado la actitud durante el rodaje de Don't Worry Darling, ya que Wilde y Styles se mostraron muy (demasiado) afectuosos en todo momento, algo que le incomodaba.

Mala relación entre actriz y directora

La gota que ha colmado el vaso ha sido la ausencia de la estrella de la película a la rueda de prensa de la presentación en Venecia. Wilde ha negado ningún tipo de problemas con la actriz y lo ha asociado todo a rumores malintencionados. Todo sería creíble si no fuera porque mientras la directora decía que Pugh tenía dificultades de agenda por asistir a la rueda de prensa, ya que su avión de otro rodaje llegaba tarde. Al mismo tiempo, sin embargo, mientras tenía lugar el encuentro con los periodistas, Pugh bajaba de una góndola, toda vestida de lila y con un Aperol Spritz en la mano. Este gesto ha sido interpretado de mil maneras en las redes, pero hace evidente que no todo es tan sencillo como defensa Wilde y seguramente tampoco tan convulso como dicen las fans de Styles, que no aprueban la relación de su ídolo con su actual pareja.