La consellera de Cultura, Àngels Ponsa, tampoco entiende a la alcaldesa de Barcelona Ada Colau. A raíz de la polémica donde esta prioriza el castellano en las redes sociales y omite el catalán para que "lo entienda todo el mundo", la consellera considera que no es una buena prescriptora pública del cargo que representa.

En declaraciones a Catalunya Ràdio ha afirmado: "Si [habla en castellano] para que todo el mundo la entienda, mal. En Catalunya un porcentaje altísimo lo entiende. No lo tenemos en la comprensión y el conocimiento, el problema [del catalán] está en el uso. Y los responsables políticos tenemos que dar ejemplo y utilizar al máximo nuestra lengua y velarla de muy cerca"

A pesar de todo, Ponsa admite que no está para polémicas secundarias y no ha visto el vídeo de Colau: "No he tenido tiempo y no puedo opinar de una cosa que no he visto, estoy colapsadísima y mi prioridad es la reapertura del sector cultural. Lo tendré que ver porque está mal que no lo haya visto".

Sobre el retorno de la cultura

La reapertura del sector cultural también queda limitada. A modo de ejemplo, no se puede justificar un desplazamiento fuera del municipio para consumir cultura y Ponsa advierte: "En una pandemia no manda el sector de la cultura, el deporte o la restauración, mandan los médicos. Nosotros podemos tener consciencia de hacer las cosas lo mejor posible y la cultura lo ha hecho magníficamente bien". En paralelo, admite que le hizo "mucho daño" ver las imágenes de la misa de la Sagrada Familia, aunque no le consta que "incumplieran nada".

También ha hecho autocrítica, sobre todo entorno a la comunicación que da el Govern desde el inicio de la segunda ola por coronavirus: "No me gusta la imagen que ha dado el Govern estas últimas semanas, creo que no tendríamos que hacerlo público.

"Pero fuera de contexto se magnifica". Y lo atribuye a discusiones "normales" fruto del trabajo en equipo o las posiciones ideológicas diferentes: "Las relaciones humanas, como en las familias, comportan un punto de vehemencia".