Locura total con el último concierto de Oques Grasses. Las entradas para su último baile, que tendrá lugar el 10 de octubre de 2026 en el Estadi Olímpic Lluís Companys de Barcelona, se han agotado en solo 21 minutos. La gran demanda ha provocado el colapso de la web de venta, con colas virtuales que superaban las 100.000 personas, más de dos horas de espera y errores constantes en la carga de la página. El proceso de compra se ha abierto a las tres del mediodía a través del portal de The Project y de la web oficial del grupo, con precios que iban de los 35 a los 60 euros.

Con esta cita, Oques Grasses pondrá punto final a 14 años de trayectoria y se convertirá en el primer grupo que canta en catalán en actuar en el Estadi Olímpic, un recinto con capacidad para cerca de 56.000 espectadores. También pasará a ser el concierto en catalán con más asistencia de la historia. El anuncio del concierto de despedida, hecho días atrás a través de Instagram, ya había encendido las redes con mensajes de despedida y emoción por parte de los fans.

 

Historia de la música en catalán

En una publicación posterior al colapso de la venta, los miembros de la banda han agradecido el apoyo del público con un mensaje grabado desde el mismo estadio: “55.000 gracias. Habéis llenado el Estadi Olímpic en 21 minutos. Entradas agotadas. Parece un sueño pero está pasando”. El concierto será una gran celebración de su trayectoria, que comenzó en 2012 con Un dia no sé com y se ha consolidado con éxitos como Sta guai, Serem ocells o La gent que estimo. Tras seis discos y una carrera marcada por la mezcla de pop, reggae y rock con una energía festiva inconfundible, Oques Grasses se despedirá con un Estadi Olímpic Lluís Companys abarrotado. Josep Montero, Arnau Altimir, Joan Borràs, Guillem Realp, Miquel Biarnés, Miquel Rojo y Josep Valldeneu ya son historia de la música en catalán.

A pesar de la sencilla mecánica de compra, la saturación del sistema ha hecho que muchos usuarios no pudieran finalizar la transacción ni recibir la confirmación inmediata de sus entradas, a pesar de haber llegado hasta el último paso.