El pasado jueves intenté hablar en castellano, pero fracasé. El chico con quien intentaba comunicarme, un dependiente de un bazar, no me entendía cuándo yo le pedía 'filferro'. "No te entiendo". La cosa es que no me salía la palabrita en castellano, porque yo, que vivo entre Banyoles y Borrassà, puedo decir que tengo el privilegio de poder vivir plenamente en catalán. Tanto que, a veces, se me olvida el castellano.

Yo, que vivo entre Banyoles y Borrassà, puedo decir que tengo el privilegio de poder vivir plenamente en catalán. Tanto que, a veces, se me olvida el castellano

Sé que quién lea este artículo y no tenga la suerte de vivir en un oasis lingüístico como el mío, esta afirmación le parecerá increíble o bien pensará que soy una mentirosa. Es más, seguramente quien no tenga esta suerte, se sorprenderá cuando lea que el castellano en mi día a día es anecdótico y prácticamente inexistente. Lo leéis bien. ¡Que sí, que a veces por teléfono se me escapa un “ai mira, que no quiero res, però gracias, tu!” a los comerciales que quieren venderme historias, pero ni así... Porque como ya he escrito alguna otra vez, intento mantenerme en catalán siempre que sea posible, oportuno y que no impida la comunicación ni sea un acto de mala educación. Perdonad tanta matización, es para que después nadie pueda tergiversar mis palabras y que quede todo bien explicado y, a poder ser, que nadie se ofenda.

Como ya he escrito alguna otra vez, intento mantenerme en catalán siempre que sea posible, oportuno y que no impida la comunicación ni sea un acto de mala educación

Volvamos al bazar. El chico fue a buscar al señor de la caja y le dijo con un gesto extraño que no me entendía y que me atendiera él, que a ver qué coi quería. ¡'Filferro'! ¡F-I-L-F-E-R-R-O! Intenté decirlo más poco a poco, mientras buscaba el móvil en el bolsillo, pero me lo había dejado en el coche (era una buena ocasión para utilizar el traductor de Google). No salía. Así que empecé a describir el 'filferro' y para qué lo quería: "És com… como un hilo, pero de hierro, de acero (¿?)"... "per lligar… per lligar i que quedi bien fuerte…" La cosa no iba muy bien... Y lo dejé correr.

A veces busco la palabrita exacta que quiero decir en catalán y tampoco me sale hasta al cabo de un rato. Y tampoco pasa nada: en principio, no es grave

En teoría yo sé perfectamente cómo se dice 'filferro' en castellano. Cosas del directo, supongo... porque en aquel momento no me salió. Cuando pasa esto, no sé si os ha pasado alguna vez, pero da mucha rabia. De hecho, a mí no sólo me pasa con el castellano. A veces busco la palabrita exacta que quiero decir en catalán y tampoco me sale hasta al cabo de un rato. Y tampoco pasa nada: en principio, no es grave.

Escribo este artículo pensando que tengo todo el derecho de pedir 'filferro' y que me atiendan y me entiendan en catalán

Al día siguiente quedé con mi padre para comer. ¿Papa, sabes qué me ha pasado, hoy? No me salía 'filferro' en castellano y... ¡Pam! Mi padre dijo la palabrita y aún me dio más rabia. Y, días después de esta comida, escribo este artículo pensando que tengo todo el derecho de pedir 'filferro' y que me atiendan y me entiendan en catalán.

¡Si a vosotros tampoco os ha salido 'alambre' en la primera o a medio artículo lo habéis googleado, os felicito!

¡Por cierto! ¡Si a vosotros tampoco os ha salido 'alambre' a la primera o a medio artículo lo habéis googleado, os felicito!, eso quiere decir que, como yo, también vivís plenamente en catalán sin pedir permiso ni perdón y que el castellano os queda lejos... ¡Muy lejos!