Londres, 5 de noviembre de 1605. La guardia del Parlamento de Londres descubría una trama para hacer saltar por los aires al rey Jacobo I de Inglaterra y a todos los representantes políticos del país, que se tenían que reunir el 15 de noviembre en la sesión de reapertura del Parlamento. En aquel operativo se detuvo a Guy Fawkes, el cabecilla de una sórdida trama que pretendía decapitar todos los estamentos del poder en Inglaterra y, acto seguido, abrir las puertas del país a los Tercios de Castilla acuartelados en los Países Bajos hispánicos (la actual Bélgica). Aquella conspiración, que sería denominada "el complot de la pólvora", alimentó extraordinariamente la tensión entre la monarquía hispánica y las potencias atlánticas emergentes, que, inevitablemente, desembocaría en el estallido de la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), considerado el primer conflicto moderno de alcance mundial.

Grabado coetáneo de los miembros del Complot de la Pólvora (principios del siglo XVII). Fuente Natrional Portrait Gallery. Londres

Grabado coetáneo de los miembros del complot de la pólvora (principios del siglo XVII) / Fuente: Natrional Portrait Gallery. Londres

¿Quién era Guy Fawkes?

Según las fuentes documentales, Guy Fawkes era un militar inglés, nacido en 1570 en York, una pequeña ciudad al norte de Inglaterra, que habría sido reclutado por los servicios de espionaje hispánicos situados en Londres hacia el 1590. Las mismas fuentes lo dibujan como un elemento radical e intrigante, plenamente entregado al conflicto social y político que, en la Inglaterra de su época, enfrentaba a católicos (conservadores y tradicionalistas) y anglicanos (progresistas y rupturistas). Y, otra vez, las fuentes revelan que recibió un exhaustivo entrenamiento como soldado de los Tercios de Castilla destacados en los Países Bajos hispánicos. El año 1603 se encontraba en Valladolid, en aquel momento la sede de la cancillería hispánica, plenamente inmerso en la preparación de lo que tenía que ser un golpe directo al corazón del estado inglés. Y en 1604 estaba, de nuevo, en Inglaterra ultimando los preparativos de su plan.

¿Qué era el complot de la pólvora?

El 26 de marzo de 1604, Juan de Velasco, embajador español en Londres, daba luz verde al complot de la pólvora. Fawkes y una trama formada por doce personajes se ponía manos a la obra. Entre mayo y diciembre de 1604 intentaron, sin éxito, llegar al sótano del Parlamento a través de un túnel excavado a propósito que partía de una casa relativamente próxima. Y cuando parecía que nunca llegarían al objetivo, el destino (o alguna otra cosa) les dio el impulso que necesitaban: consiguieron alquilar el sótano de la Casa de los Lores, que comunicaba directamente con el subsuelo del Parlamento. A partir de aquel momento, Fawkes y sus doce apóstoles se dedicaron a rellenar de pólvora las entrañas de Westminster: treinta y seis barriles de pólvora que sumaban más de dos toneladas de material explosivo que tenía que hacer volar por los aires la totalidad del edificio.

Ilustración del Complot de la Pólvora (circa 1675). Fuente English Broadside Balled Archives

Ilustración del complot de la pólvora (circa 1675) / Fuente: English Broadside Balled Archives

¿Cómo se descubrió el complot de la pólvora?

Uno de los colaboradores de Fawkes era un personaje llamado Francis Tresham, que era cuñado de lord William Parker, miembro del Parlamento. Días antes de ejecutar el plan, Tresham envió un anónimo a su cuñado en el que le sugería que buscara un buen pretexto para declinar su presencia en la ceremonia de apertura del Parlamento. Parker, aunque no dio demasiada importancia a aquella misiva, algo debió sospechar, porque la hizo llegar a Robert Cecil, miembro de la cancillería de Jacobo I de Inglaterra, y uno de los responsables de la seguridad del estado. Cecil ordenó unas rápidas indagaciones que lo condujeron, casi de forma inmediata, al subsuelo del Parlamento. La casualidad, o no, hizo que la guardia del Parlamento sorprendentemente pillara a Fawkes con las "manos en la masa": estaba preparando las mechas que tenían que detonar el explosivo.

Jaime I de Inglaterra y Robert Cecil. Fuente Scottish National Gallery, Edimburgo y Natrional Portrait Gallery, Londres

Jacobo I de Inglaterra y Robert Cecil / Fuente: Scottish National Gallery (Edimburgo) y Natrional Portrait Gallery (Londres)

¿Cómo se desarticuló la trama de Fawkes?

Guy Fawkes fue detenido y encarcelado. Según las fuentes documentales, mantuvo una postura altiva, confiado en que el aparato hispánico lo rescataría inmediatamente. Pero, en cambio, el embajador Velasco lo negó. Los métodos de tortura que utilizaron los interrogadores hicieron el resto. Acabaría confesando que su propósito era "expulsar a los cerdos escoceses (el entorno de Jacobo I) a sus miserables montañas". Y delataría a su grupo: en pocos días, la seguridad del estado inglés detenía a Robert Catesby, Thomas Winter y John Wright (el núcleo duro), y a Thomas Bates, John Grant y Robert Keyes (el comando de apoyo). Francis Tresham, el autor del anónimo que había desenmascarado el complot, se inmoló cuando se disponían a detenerlo. Y Robert Wintour, Christopher Wright, Everard Digby y Ambrose Rookwood consiguieron escapar.

Vista de Londres (1560). Fuente Cartoteca de Catalunya

Vista de Londres (1560) / Fuente: Cartoteca de Catalunya

¿Qué pasó con Fawkes y los detenidos?

La justicia inglesa sentenció a Fawkes y a sus colaboradores por el delito de alta traición y los condenó a morir "arrastrados por la cabeza por un caballo" y posteriormente a ser descuartizados. La sentencia detallaba que se les cortarían los genitales y se quemarían ante todo el mundo y, acto seguido, se les extraerían las entrañas y el corazón, se les cortaría la cabeza y todo ello se depositaría a la intemperie para alimento de las aves de carroña. Según las fuentes documentales, Fawkes —abandonado por sus patrones y torturado por sus captores— llegó a la ejecución en unas condiciones lamentables, pero no las suficientes para no tomar su última decisión: cuando se disponían a anudarle la soga en el cuello que lo tenía que unir al caballo, se lanzó desde el cadalso y se abrió la cabeza. Mientras tanto, en Valladolid, el rey hispánico Felipe III y su ministro plenipotenciario Lerma miraban hacia otro lado.

 

Imagen principal: Representación moderna de Guy Fawkes (1900) / Fuente: Wikimedia Commons