Océano Pacífico. Alta mar (en algún lugar entre las islas de Tofoa y Kotoo). 28 de abril de 1789. 5.00 horas de la madrugada. Hace 232 años. Una parte de la tripulación del mercante británico HMS Bounty, formada por el primer oficial Christian Fletcher y doce marineros armados, se amotinaba y expulsaba al capitán William Bligh y once marineros que no habían secundado la rebelión a bordo. Bligh y sus leales fueron embarcados y abandonados en una chalupa de, tan sólo, siete metros y medio de eslora, y el Bounty inició una rocambolesca navegación por el Pacífico que lo conduciría a la isla desierta de Pitcairn, una roca de tres kilómetros de largo y dos de ancho, que es la tierra más remota y aislada del planeta.

Mapa de Pitcairn (1774). Font Wikiwand (1)

Mapa de Pitcairn (1774) / Fuente: Wikiwand

El motín

El día anterior (27 de abril) Bligh había formulado una falsa acusación de robo contra Fletcher y contra el conjunto de la tripulación y había amenazado (no era la primera vez) con lanzar por la borda a los responsables de aquel supuesto delito. Durante la noche se gestó el motín, que dividió la tripulación en tres grupos claramente diferenciados. Un primer grupo formado por el capitán Bligh y once marineros. Un segundo grupo formado por el oficial Fletcher y doce marineros. Y, finalmente, un tercer grupo de veinte marineros que, inicialmente, no tomaron parte en aquella rebelión, pero que tampoco hicieron nada para impedir la expulsión del capitán y sus leales.

Rumbo a Tahití

Con Fletcher en el puente de gobierno, el Bounty viró rumbo a Tahití con el propósito de avituallar a la tripulación. Tahití (que en algunos mapas de la época figura como "Isla del Virrey Amat") era un territorio que, en 1789, todavía no había sido devorado por el colonialismo europeo. No obstante, el objetivo de Fletcher no era Tahití, sino una remota roca cubierta de vegetación, totalmente despoblada y situada en el centro del océano Pacífico, que conocía a través de los mapas del capitán Bligh. Pitcairn, situada a más de 700 millas del lugar poblado más próximo y sobre la cual ninguna potencia europea había reclamado su posesión, sería la destinación final de los amotinados del Bounty.

Representación de la costa sur de la isla de Pitcairn (1814). Font Wikiwand (1)

Representación de la costa sur de la isla de Pitcairn (1814) / Fuente: Wikiwand

Los tahitianos

En la escala en Tahití se produjo un intercambio: un grupo de marineros abandonó el Bounty y un grupo de tahitianos se incorporó a la tripulación. No sabemos las causas que los impulsaron a embarcarse; pero podemos aventurar que sus condiciones de vida no eran las que se le presuponen a una sociedad que habita una isla paradisiaca. Y podemos aventurar también que Fletcher les prometió una nueva vida en algún rincón de aquel inmenso océano. Sea como sea, lo que sí que sabemos es que se embarcaron seis hombres, doce mujeres y una niña pequeña, que sería llamada Sally, y que adquiriría una importancia primordial en la creación y en la proyección de la comunidad libre de Pitcairn.

Pitcairn

El 15 de enero de 1790, ocho meses después del motín, los tripulantes del HSM Bounty desembarcaban en Pitcairn. Pero la formación de aquella nueva comunidad, en aquella tierra virgen y libre, no estuvo exenta de conflictos. La composición del grupo, formada —después de los primeros accidentes— por quince hombres, nueve mujeres y una niña, generó un conflicto entre solteros y casados que acabaría con varios muertos. Entre 1790 y 1793 fueron asesinados seis tahitianos y cinco británicos (Fletcher, Martin, Mills, Brown y Williams). Aquella tragedia, que había reducido la población inicial a la mitad, lejos de calmar los ánimos, alimentó un fuerte sentimiento de venganza de las viudas contra los asesinos.

Fotografía de un grupo de pitcairnesos, descedentes de los amortinats del Bounty y de los embarcados tahitianos. Circa 1910. Font Pinterest (1)

Fotografía de un grupo de pitcairneses, descedentes de los amotinados del Bounty y de los embarcados tahitianos, cerca de 1910 / Fuente: Pinterest

John y Sally

Fletcher no pudo consolidar su proyecto político. Fue asesinado durante la guerra civil pitcairnesa. Pero, en cambio, John Adams —el grumete de Bounty— y Sally —la niña tahitiana— pondrían orden y lo conducirían a su culminación. El año 1800 eran la única pareja de la comunidad y los únicos progenitores activos de aquella sociedad. El resto del paisaje social estaba formado por viudas y por criaturas que todavía no habían alcanzado la edad reproductiva. John y Sally se convertirían en los líderes políticos de la comunidad y la dotarían de un código legal —una carta magna— que daría forma definitiva al estado pitcairnés: Pitcairn fue la primera sociedad del mundo en consagrar el voto femenino (1810).

De república libre a colonia británica

El año 1833 la marina británica desembarcó en Pitcairn y tomó posesión de la isla en nombre de la reina Victoria. Se acababa una etapa de libertad que había durado más de tres décadas. No obstante, los británicos quedaron muy impresionados del sistema político que habían creado los amotinados del Bounty y que habían desarrollado sus descendientes. Y pactaron con los pitcairneses que podrían elegir democráticamente al gobernador de la isla. Pitcairn sería la primera sociedad colonial británica de la historia que podría presentar a sus propios candidatos a gobernador y elegir a sus propios representantes coloniales ante el gobierno de Londres.

 

Imagen principal: Representación del motín del Bounty (1790) / Fuente: National Maritime Museum. Londres