Este miércoles por la noche ha muerto Joana Biarnés a los 83 años. Biarnés fue la primera fotoperiodista del Estado español. Pero en los años ochenta dejó la fotografía desencantada por cómo evolucionaba el sector, y durante 20 años no tocó una cámara (abrió un restaurante en Eivissa). Quedó en el olvido, pero desde hace un tiempo se había vuelto a recuperar su figura, con exposiciones, libros, artículos y entrevistas en prensa, un documental... Eso le volvió a dar fuerzas, e incluso se había animado a volver a coger la cámara, aunque sólo tenía un 30% de visión. Biarnés se va en un momento dulce de su carrera profesional, cuando su tarea pasada se veía reconocida. Las fotografías de Biarnés son testimonios excepcionales de la historia de España en los últimos tiempos del franquismo, pero también son imágenes que demuestran una mirada peculiar, muy femenina, sobre su época. La fotógrafa de Terrassa recibió la Creu de Sant Jordi en el 2014.

Imponerse en el mundo de la fotografía contra todos los obstáculos

Joana Biarnés empezó a trabajar en el mundo de la fotografía como colaboradora de su padre, que fotografiaba partidos de fútbol. Consiguió imponerse como profesional pese al rechazo que generaba una mujer haciendo esta tarea, tradicionalmente masculina. Había llegado a recibir espectaculares broncas cuando un árbitro de fútbol pretendía expulsarla de la zona de fotógrafos a un partido y ella se resistía. Hace un año, todavía recordaba que cuando llegaba a muchos actos le preguntaban "¿Dónde está el fotógrafo?"; y apuntaba que se tuvo que ganar su prestigio con un plus de esfuerzo. Empezó usando una vieja Leika que le dejaba a su padre y compraba el material a plazos en la célebre tienda Arpí. Estudió periodismo, pero nadie quería contratarla para hacer un trabajo que tradicionalmente estaba reservado a los hombres. Por eso se dedicó durante algún tiempo a la fotografía publicitaria y a la fotografía de moda.

Las riadas del Vallès

Las primeras fotografías que publicó en prensa fueron un reportaje sobre la gran riada del Vallès de 1962, uterriblemente duro y complejo. Más tarde, Emilio Romero la reclutó para el diario Pueblo, donde la fotografía tenía un papel muy relevante, en un tiempo en qué la televisión todavía no conseguir hacer llegar imágenes al público de forma muy directa. Fue la primera fotógrafa contratada por un diario.

Joana Biarnés Efe

Foto: Efe.

Entre famosos

Joana Biarnés aportaba una mirada moderna a una España, la del tardofranquismo, que se debatía entre la modernidad y el tradicionalismo. Entre sus fotografías icónicas encontramos las de los Beatles en Madrid (que consiguió colándose en su hotel subiendo por el montacargas), pero al mismo tiempo hay imágenes de Carmen Polo, esposa de Franco, yendo a un espectáculo de Raphaël. Entre aquellos que fotografió encontramos todos los iconos del franquismo: Marisol, Paco Landa, Carmen Sevilla, Sara Montiel... Biarnés mantenía magníficas relaciones con famosos tan distintos como Joan Manuel Serrat o la duquesa de Alba. Hizo numerosos retratos de Dalí, pero también de Lola Flores y su familia, de los Bosés... Pero al mismo tiempo, Biarnés imprimía de frescor sus obras: hacía muchas fotos en la calle, buscaba modelos aficionados, intentaba dar una perspectiva diferente a sus fotografías, seguía las últimas novedades de la moda...

El optimismo de una creadora peculiar

Como reportera de prensa, Biarnés aportó en su fotografía una visión femenina, pero también su peculiar alegría de vivir. El año pasado hacía balance de su vida, con admirable optimismo: "Todo lo que me ha pasado a la vida, bueno o malo, ha valido la pena". Biarnés afirmaba que ella, a lo largo de la vida había tenido que luchar para consolidar su puesto, "había sido muy valiente". Y aunque hizo muchas fotografías a famosos se reivindicaba, sobre todo, como fotoperiodista de calle: "Me ha gustado mucho la calle, que es donde he tenido mejor diálogo con la imagen".