El patio del Gobierno Militar de Barcelona acoge la exposición "España en rojo y gualda" con motivo del 175 aniversario de la creación de la bandera española (en aquel año la bandera que había usado desde 1875 la armada española fue trasplantada al ejército de tierra mediante un real decreto, lo que los organizadores de la conmemoración interpretan como que se consagró "realmente y a partir de entonces como la primera Bandera Nacional"). El ejército ha agrupado una veintena de reproducciones de banderas, en su mayoría de unidades militares, con el fin de dinamizar su campaña de promoción de los "símbolos nacionales" (dentro de la cual también se han previsto acciones en las escuelas). Esta exposición comparte espacio con "Ingenieros, soldados, sabios", la muestra del Ministerio de Defensa sobre la relación entre Catalunya y el ejército. La muestra de banderas está basada en la que tiene el Instituto de Historia y Cultura Militar (IHCM) en su sede central de Madrid: "Banderas de España". Después de Barcelona, la muestra pasará por Cartagena, La Corunya y Valencia.
Ni roja, ni gualda, ni española
Las banderas más antiguas no son banderas españolas, sino que son pendones reales, que no reflejan un territorio, sino los dominios de un soberano: así el de Carlos I incorpora las armas de Austria, la Borgoña "antigua y moderna", Brabante, Flandes y Tirol. Por lo que respecta al pendón de Felipe II, incluye las armas de Portugal... Aunque algunas de las banderas iniciales tienen un fondo rojo carmesí, también hay de muchos otros colores: amarillo, blanco, morado... Muchas banderas no son realmente emblemas territoriales, sino tan sólo símbolos de unidades militares, que son presentadas en la exposición como precedentes de la bandera monárquica española. Hay unidades que no incorporaron, en realidad, la bandera roja y amarilla hasta 1848... Y de hecho, ni siquiera todas son banderas usadas por soldados españoles: la mayoría de los miembros de los Tercios eran alemanes o valones, la Legión integró, en un primer momento, numerosos mercenarios de varias partes del mundo. Y las fuerzas de regulares eran integradas por soldados de fortuna árabes.
¿La nación más antigua del mundo?
La introducción al catálogo de la exposición madre del IHCM explica esta muestra refiriéndose a que "España es reconocida como la nación europea más antigua", pero supera las tesis habituales de Mariano Rajoy anadiendo: "y probablemente del mundo o casi...". La historia de los ejércitos españoles, por esta institución es considerada el "testigo de nuestras grandezas y tragedias, raíz y médula de la historia de España" (de hecho, esta inscripción, con baldosas, figura en la puerta del IHCM).
La bandera de la monarquía
La exposición intenta ser una glorificación de la bandera actual española (aunque entre las banderas expuestas aparece una republicana, solitaria). A través de los precedentes que se presentan en la muestra queda muy clara la relación entre la bandera, el ejército y la monarquía. De la bandera de la Academia General Militar se destaca que fue bordada por la reina María Cristina de Habsburgo en 1886, y que cuando la bandera se deterioró, se trasladaron los bordados a una nueva tela, que todavía se usa ahora (con un escudo monárquico del siglo XIX en ningún sitio del escudo constitucional)... Sin embargo, la bandera más impresionante es la de la Legión, que lleva bordado el lema: "Legionarios a luchar, legionarios a morir". Un cartel, junto a ella, explica que "En la regla moral dada por el fundador de La Legión a sus hombres, el Credo legionario, figura un Espiritu referente a la Bandera: La Bandera de La Legión será la más gloriosa, porque la teñirá la sangre de sus legionarios".