Norbert Bilbeny (Barcelona, 1953), catedrático de ética en la Universitat de Barcelona, es uno de los grandes divulgadores de la filosofía en nuestro país. Acaba de publicar Filosofia per sortir de casa (Columna Editors), un libro en que reivindica la utilidad de la filosofía para la vida cotidiana.

Afirma que estamos en un mundo hostil al pensamiento...

El mundo actual es hostil al pensamiento, porque no se piensa en el pensamiento. No hay tiempo para pensar. Nos preocupamos de las cuestiones de supervivencia, y el resto es espectáculo, distracción... No hay tiempo para pensar. Y cuando se sabe qué es pensar no apetece hacerlo.

Los programas de filosofía en la enseñanza acostumbran a centrarse en la historia del pensamiento filosófico... ¿Es la filosofía que se necesita hoy?

Para hacer filosofía rigurosamente, y también para transmitirla con eficacia, hay que tener unos conocimientos de historia de la filosofía, porque es una de las pocas ramas del conocimiento que vive siempre del pasado. Los clásicos de la filosofía son siempre contemporáneos. Los filósofos de la antigua Grecia siguen despertando interés. Pero aparte de eso, la filosofía tiene que vivir del presente, de su presente. Pero no sólo puede vivir de su presente, como tampoco puede vivir sólo de su pasado. Si la filosofía vive sólo del presente, la filosofía o se vuelve academicista (como la que se hace a las universidades, con patrones cada vez más americanizados, bajo el principio de la competitividad) o, si no, se banaliza.

Cuando la filosofía se convierte en una autoayuda hay una pérdida de las cualidades críticas de la filosofía

¿Qué quiere decir con eso de que se banaliza?

La filosofía puede popularizarse por dos vías: o se convierte en autoayuda, la búsqueda de un remedio para no sufrir, o va a caballo de los movimientos sociales y se convierte en una filosofía populista, es decir: explica lo que la gente quiere oír u opinar. En ambos casos hay una pérdida de las cualidades críticas de la filosofía...

En Filosofia per sortir de casa critica el boom de la "filosofía amable". ¿Se refiere a la que está emparentada con la autoayuda?

La filosofía amable es la que vende. La filosofía que muchos esperan y la que la industria cultural quiere. Mucha gente vive de eso, de todo lo que cae dentro del círculo de la inteligencia emocional: la búsqueda de la propia autoestima, la resiliencia, la emprendeduría, la formación permanente, la concentración mental... En estos temas el sujeto aislado, más emocional que reflexivo, es el protagonista...

Si las ideas no transforman el mundo, lo mantienen en el estado deplorable en que se encuentra

En su último libro defiende la filosofía como una herramienta para cambiar el mundo...

¡Pues claro! La mejor coyuntura es aquella en que hay una aportación de pensamiento en un tiempo que lo pide. Cuando coincide la solicitud con el obsequio, es el momento perfecto. Las ideas son lo que hace transformar el mundo. Y mientras no lo transforman, las ideas lo mantienen en el estado deplorable en que se encuentra: son las ideas las responsables de las desigualdades, de la injusticia... El mundo vive de las ideas, para lo bueno y para aquello malo... El mundo vive de las ideas, aunque generalmente estas estén equivocadas. Las cuestiones económicas, laborales, sociales y políticas dependen de nuestros imaginarios mentales, de la visión que tenemos del mundo. Las ideas siempre están ahí. Como decía Xavier Batalla, el mundo es una idea.

¿Puede haber filosofía sin un elevado nivel de abstracción?

No. Desengañémonos. La filosofía no es fácil. No tiene que ser especialmente difícil, pero necesita de unas aptitudes y de un pensamiento abstracto y crítico. Hace falta la abstracción y, al mismo tiempo, hace falta la apertura de la mente hacia los problemas de la gente y del mundo. Sin abstracción, sin rigor intelectual, sin universalizar cuestiones, sin conceptualizar bien, no puede haber filosofía. La filosofía es el intento de pensar con rigor sobre las cosas que consideramos más importantes. Y eso tiene su dificultad.

Hay algunos pensadores que argumentan que la filosofía no es más que literatura. ¿Estaría de acuerdo con eso?

No. No lo puedo admitir. La filosofía es palabra, sí, pero es la palabra del logos. Y el logos es argumentación, es pensamiento. Si nos referimos a la literatura estamos hablando de excelentes ámbitos de la comunicación, como la poesía, la narrativa, el periodismo... Pero la filosofía es otra cosa. Hay quien dice, socarrón, que la metafísica es una clase más de ficción, pero no estoy de acuerdo con ello. A mi entender hay algunos autores que son muy retóricos y que cogen la filosofía como una literatura de ideas, al límite de la prosa poética, el libro de viajes o la oratoria. En la Península Ibérica hay mucha literatura de ideas de esta, que no tiene bastante rigor como para ser  considerada filosofía. Y hoy en día una buena parte de la filosofía académica que se hace en Catalunya tiene un carácter literario, pero no tendría que ser así. Y eso no quiere decir que la filosofía no se tenga que intentar escribir de forma clara y atrayente, pero la cuestión del rigor y del sentido crítico son obligadas....

Cuando menos te lo esperas te encuentras con personas que, a su manera, son filosóficas

¿La filosofía es eterna? ¿Nos sirve la misma filosofía que servía, por ejemplo, a los griegos?

En la forma la filosofía es eterna, en el contenido ya no. Lo que plantearon los griegos en algunos casos ha quedado obsoleto, pero la preocupación filosófica que ellos tenían, se mantiene. Las respuestas a las grandes cuestiones de la filosofía se revisan continuamente, pero el filosofar es permanente. Y no sólo en el mundo académico, sino también en el mundo social. Cuando menos te lo esperas te encuentras con personas que, a su manera, son filosóficas... Llegan a conclusiones profundas sobre su vida, el mundo que las envuelve.... Te puedes plantear cuestiones filosóficas sin ser lector habitual de filosofía.

¿Quién es filósofo? ¿Hay que haber pasado por una facultad de Filosofía para ser filósofo?

En principio no haría falta, pero es conveniente hacerlo, para conocer el lenguaje de la filosofía y sus principales referencias, para tener un marco para aprender y debatir, y para descubrir la realidad al lado de otros que hacen el mismo recorrido que tú... La facultad es el lugaren que se pueden encontrar estas cosas con la mayor amplitud, aunque puedas encontrarlas puntualmente en otras partes.

Dudo de que se pueda hacer mucha filosofía desde el aislamiento

¿Usted es partidario del filósofo eremita, encerrado en una cueva o montado en una columna, o del filósofo viajero, abierto al mundo?

La imagen que se tiene del filósofo a menudo es la del individuo cerrado en sí mismo, como San Jerónimo, junto a un león, en una cueva, escribiendo sus obras. La iconografía siempre nos presenta un hombre encapsulado, meditativo... Es lo que mucha gente piensa. Pero yo dudo de que se pueda hacer mucha filosofía desde el aislamiento. Como dice el título del libro, la filosofía es para salir de casa. Son las circunstancias la que te hacen preguntarte cosas y revisar tus convicciones. La filosofía es y tiene que ser cosmopolita. Y eso no quita que el cosmopolita se encierre en casa por la noche a leer y escribir.

¿Cree que la filosofía puede ser divertida? ¿Se puede hacer una filosofía divertida?

No creo que pueda ser divertida, ni que tenga que serlo... Pero tampoco pienso que tenga que ser aburrida... A veces, la filosofía se hace aburrida, no lo dudo... Y hay formas de filosofar aburridas. Hay una filosofía de los filósofos para filósofos, en temas muy teoréticos, con un lenguaje estéril...

La filosofía necesita el discurso largo para discurrir. No puede ser que académicamente sólo se valoren los artículos

¿Porque no puede ser divertida la filosofía?

No puede ser divertida porque pensar con rigor requiere una actitud de atención, de concentración, que es contraria a la disipación. La filosofía no es un entretenimiento, aunque pueda ser una forma intelectualmente muycomplaciendo de pasar el rato. Conversar, mantener un debate, puede llenarnos de felicidad, porque el individuo crea, se expresa, aprende, intercambia... Pero eso no es propiamente diversión. Lo que sí que creo es que la filosofía tendría que tener puntos de humor y de ironía, que hoy está perdiendo con un pensamiento académico estandarizado, que sólo busca el impacto universitario... Un pensamiento basado en los artículos científicos, no es la filosofía que necesitamos, porque la filosofía necesita el discurso largo para discurrir. No puede ser que académicamente sólo se valoren los artículos...

No puedo decir que no se pueda hacer filosofía por Twitter

¿Se puede filosofía por Twitter? ¿O hacen falta más espacio y más profundidad para hacer filosofía?

No puedo decir tajantemente que no. Si los tuits son reflexiones originales, con un pensamiento esmerado, penetrante y sugestivo, vendrían a coincidir con los aforismos que nos habían dejado filósofos como Nietzsche o Cioran. Pero el reto que tiene Twitter es llegar a la profundidad del aforismo filosófico. Formalmente, ¿ porque no pueden coincidir? Los tuits pueden ser corpúsculos filosóficos, no de una filosofía sistemática y discursiva, pero pueden serlo de una filosofía fragmentaria...

Hay quien argumenta que la filosofía complica la vida de la gente, y que más que ayudarla a ser feliz, le provoca infelicidad...

Unamuno decía "Si quieres ser feliz como tú dices, no analices". Pero eso es un tópico. Si el pensamiento no nos lleva a una obsesión patológica, libera. Y si libera nos ayuda a la felicidad. Necesitamos el pensamiento para buscar la verdad, para buscar la justicia... Hay una relación estrecha entre felicidad, verdad y justicia. Y estas tres cosas tienen que convivir en el pensamiento. Pensar con rigor y profundidad nos tendría que servir para la vida.

Catalunya vive momentos de conflicto político, con una situación que parece lejos de desbloquearse. ¿Qué filósofo cree que ayudaría a resolver la situación?

Tenemos un filósofo de la Corona de Aragón, un jesuita que fue precursor de los ilustrados del siglo XVIII, Baltasar Gracián, que yo recomendaría leer. En El criticón y en el Oráculo manual, Gracián dice que los españoles no valoran suficientemente la diferencia. Si no hay  respeto a la diversidad no hay riqueza, y hay pobreza mental y problemas em la convivencia. El de Baltasar Gracián es un pensamiento que sigue siendo actual. El gran desafío de la cultura española y catalana es el reconocimiento del otro... También recomendaría leer a Joan Crexells, un liberal catalanista, con un punto conservador, que era sobre todo un librepensador favorable a la independencia de Catalunya. Fue una pena que muriera a los 30 años. Era un hombre irónico, inteligente, perspicaz, que sabía ver los diferentes lados del prisma, los matices de las cosas. Sería bueno releer sus artículos publicados en La Publicitat en los años 1920 y analizar lo que decía sobre la sociedad catalana en tiempos de la dictadura de Primo de Rivera...

Mi libro quiere ser un grano de arena en esta recomendación: no nos pongamos fronteras

¿Para qué nos puede servir la filosofía?

La filosofía no es sólo para quedarse en casa, sino para salir, para aprender fuera, para no ponerse fronteras. La peor frontera es la frontera mental, la frontera de la propia casa, de la propia cultura, de la propia nación, de la propia civilización... Ninguna entidad tiene que quedar aislada, tiene que estar con relación permanente con los otros individuos, países, civilizaciones. Mi libro quiere ser un grano de arena en esta recomendación: no nos pongamos fronteras.