Este fin de semana vuelven los festivales masivos en la ciudad de Barcelona; el Festival Cruïlla ultima los preparativos de su edición más compleja en el Parc del Fòrum. La organización ha preparado un gran dispositivo "eso no se ha hecho nunca en el mundo" en el CCIB con la promesa de convertirse en el primer festival de Europa que se celebra en pandemia y en circunstancias de 'presión' a causa de la desbocada de contagios que se está produciendo en el territorio y, principalmente, en la ciudad de Barcelona. El CCIB se convertirá en un espacio donde casi 25.000 personas pasarán diariamente un cribado masivo por detectar que nadie acceda al recinto con la capacidad de contagiar.

El dispositivo del Cruïlla para testear a todos sus asistentes incluye desde un equipo sanitario de hasta 300 personas, 200 de las cuales son auxiliares de enfermería que realizarán los tests (hasta 4.200 por hora) y 100 serán validarores que darán la aprobación a las pruebas. Además, más 150 trabajadores controlarán el uso de la mascarilla y que no se coma ni se beba delante de ninguno de los escenarios.

Los asistentes habrán gestionado con anterioridad una hora reservada para realizar la prueba (desde la organización recomiendan respetar los turnos para evitar aglomeraciones) que les tendría que permitir un proceso de acceso al Festival de unos 45 minutos (desde la entrada con la hora asignada para los tests hasta la puerta de acceso al Festival)

"Un cribado de 25.000 personas en siete horas (y en un solo espacio) no se ha hecho nunca en el mundo"

Jordi Herreruela, director del Festival Cruïlla, ha destacado esta mañana que "Un cribado de 25.000 personas en siete horas (y en un solo espacio) no se ha hecho nunca en el mundo". El director confía en que si sale bien, no solo harán posible la celebración de un festival de masas, sino que además, es "visibilizará" que "se puede cribar la población de Catalunya en una semana" en caso de que fuera realmente necesario. Herreruela afirma que "este trabajo no lo tendríamos que hacer los promotores, que reclama además que los tests puedan adquirirse en las farmacias, ya que tendrían que ser los "notarios de nuestra salud"

Como ya se ha hecho previamente en otros acontecimientos masivos, un resultado positivo en el test de antígenos comportará la retirada de la entrada (y la devolución de su importe), y el aviso al sistema de salud. Jordi Herreruela ha recordado que una de las virtudes de todo este proceso de cribaje masivo es precisamente la capacidad de detección de positivos que podrían extender el virus. El Festival ha realizado unos cálculos que se podrían dar entre 350 y 400 casos positivos (durante todo el festival) y ha extrapolado que eso haría "prevenir la propagación de entre 3.000 y 5.000 casos"

Los lineales de acceso a la zona de tests de antígenos para los asistentes del Cruïlla , en el CCIB. Pau Cortina. ACN

Medidas anticovid en el interior del Festival

El director del Festival Cruïlla, Jordi Herreruela, ha tirado un doble mensaje con relación a las aglomeraciones y el relajamiento en el cumplimiento de medidas como el uso de la mascarilla en recintos cerrados como discotecas y otros festivales. En primer lugar, afirma que al Cruïlla habrá 150 trabajadores que velarán en el interior para que todo el mundo lleve la mascarilla cuando no tenga una distancia suficiente con personas no convivientes, y que en la parte frontal de los escenarios, donde se concentra más público, se controlará el acceso para que no se coma ni se beba (asegurando que la gente lleva la mascarilla puesta todo el rato). En el resto del recinto se podrá consumir libremente, con la única prevención de la mencionada distancia de seguridad.

"Con la conciencia colectiva que no sólo se está haciendo un festival sino una prueba piloto para encontrar sistemas que permitan salir del confinamiento".

El director del Cruïlla, Jordi Herreruela, habla con periodistas en uno de los lineales de acceso a la zona de tests de antígenos para los asistentes del Cruïlla, en el CCIB. Pau Cortina. ACN

Herreruela reitera que el riesgo "de lo que ha pasado el fin de semana", tiene más que ver con las aglomeraciones antes del test de antígenos que durante la celebración de los Festivales. Los ensayos clínicos del Apolo, el concierto de Love of Lesbian en el Sant Jordi y otras pruebas recientes avalan que se puede eliminar "la capa de la distancia física". Un hecho que ha quedado validado en el concierto celebrado en Liverpool con tests previos y sin mascarilla. "La gran dificultad está antes de hacerse el test de antígenos, no después", ha dicho el director de un festival que no obstante mantiene el uso de la mascarilla obligatorio y "con la conciencia colectiva que no solo se está haciendo un festival, sino una prueba piloto para encontrar sistemas que permitan salir del confinamiento".


Portada.Trabajadores del Cruïlla ultiman el montaje del escenario grande del festival, un día antes de su inicio. Pau Cortina. ACN