Más de cuatro años después de su última visita a Barcelona, con un concierto en solitario en el Casino del Poblenou, Neil Hannon se ga reencontrado estemiercoles con la ciudad para ofrecer un concierto memorable en el Palau de la Música dentro del 18º Festival del Milenio, donde dio un repaso de su trayectoria dentro de The Divine Comedy y presentó su último disco Foreverland, editado en el 2016 y sucesor de su anterior trabajo, Bang Goes The Knighthood (2010).

La trayectoria de Hannon se inició en los años 90 coincidiendo con la explosión del brit-pop, categoría en la que se le encasilló sin buscarlo, cómo siempre ha recordado el artista. Dentro de estos inicios se encuentran sus trabajos más recordados, Liberation (1993), Promenade (1994), Casanova (1996), En short album about Love (1997) y Fin de siècle (1998). Con voz exquisita y con canciones de melodías instrumentales y muy elaboradas se ha hecho un sitio en la memoria de todos los que vivieron los inicios de su trayectoria.

Vestido de Napoleón

Sweden fue el pistoletazo de salida de Hannon y sus cinco acompañantes, y detrás de ella se intercalaron canciones del nuevo disco con otros clásicos todo guisado con el estilo de showman a que nos tiene acostumbrados, con una puesta en la escena de la Francia post-revolucionaria con el mismo Hannon vestido de Napoleón. Y con una bola mundial donde nos repasó varios lugares de la geografía (y sí, Hannon nos señaló que en el mundo de The Divine Comedy también aparece Catalunya, a diferencia de otros atlas que utilizan las administraciones). Una bola que también tuvo una segunda utilidad, ya que escondía un completo mueble bar (quizás por eso hoy en día no tienen muchas ventas ni se regalan tanto en comuniones).

Con esta puesta en escena interpretaron títulos del nuevo disco, como Catherine The Great, Napoleon Complex y otros clásicos de la banda, como The Frog Princess. Pero el show Hannon continuó, y con cambio de vestuario, con impecable traje inglés con bombín y paraguas, asistimos a su propio desmayo en Our Mutual Friend, y a las críticas y referencias al Brexit y al sistema financiero de Complete banker para seguir amortizando a la telonera de Nueva Zelanda Lisa O'Neill para hacer un dúo con ella. Y siguiendo intercalando con más clásicos, como Generation Sex o A lady of en certain age.

Y con un Palau ya muy satisfecho, llegó el golpe final: "Anem a desfasar!". Sí, en catalán. Y todo el mundo de pies, fue una sucesión de los mejor hits: Something for the weekend, Becoming more like alfil, National express, o la ya lejana A drinking song. Y el concierto acabó, como no podía ser de otra manera, con Tonight we fly, que es la única cosa previsible en un concierto de The Divine Comedy.

En resumen, el concierto que esperaban los fans de The Divine Comedy, donde puso literalmente de pie al Palau de la Música y que los reafirma como todo un clásico moderno.