Pep Cruanyes, presidente de la Comissió per la Dignitat, y Jordi Cuixart, presidente de Òmnium Cultural, han presentado conjuntamente la campaña "Liberemos pueblos y ciudades de los símbolos fascistas", bajo el lema "Justicia para los crímenes del franquismo". Una cuarentena de entidades se han sumado a esta campaña. Llaman a las administraciones públicas a tomar la iniciativa para acabar para siempre con los monumentos y otros emblemas del franquismo. Cruanyes ha hecho alguna reflexión muy dura: "alguna cosa se ha hecho mal" cuando  tantos años después de la muerte de Franco todavía hay monumentos fascistas en pie.

Contra la consulta de Tortosa

Pep Cruanyes ha tomado posición contra de la consulta de Tortosa. Cree que el debate sobre el monumento de la Batalla del Ebro, "no es un asunto local, sino un asunto de país", porque "es una vergüenza para el país entero y no sólo para Tortosa". "El franquisme no tiene lugar en nuestra sociedad", ha afirmado, mostrándose en contra de la consulta. Cree que el monumento no se puede transformar, reinterpretar ni "tunear". Y contra los que argumentan que la presencia de símbolos religiosos justifica el mantenimiento del monumento ha argumentado: "el mantenimiento de símbolos cristianos sobre símbolos fascistas es una vergüenza para los verdaderos cristianos". Cruanyes cree que la consulta no resolverá nada si gana el mantenimiento y la reinterpretación, porque la propuesta no se ha concretado, y no indica qué se quiere hacer en el futuro en el monumento. En caso de aprobarse el mantenimiento, probablemente se mantendrá la estética fascista y seguirá vulnerando la Ley de la Memoria. Òmnium se ha manifestado en contra de la participación en esta consulta, porque considera que vulnera la legislación existente.

Òmnium, entre las víctimas

Jordi Cuixart ha recordado que el fascismo está bien vivo en Europa, y ha puesto como ejemplo la situación de Austria. Argumenta que en los Països Catalans, el fascismo es un asunto todavía más desgarrador, porque el fascismo supuso un ataque directo contra el territorio durante 40 años. Cuixart ha explicado que Òmnium se considera obligado a sumarse a esta iniciativa, porque esta organización fue cerrada por el fascismo, y por lo tanto se puede considerar víctima del franquismo. Cuixart llama a la responsabilidad de las instituciones, que según él tendrían que velar para que no se banalice el franquismo, "una de las etapas más duras de nuestra sociedad". Y ha concluído: "No queremos que Cataluña sea una excepción en aquello que se hace en toda Europa", recordando que sería impensable encontrar monumentos nazis en Alemania o fascistas en Italia. 

Otras medidas

Cruanyes ha valorado positivamente que se retirara a Franco el título de hijo adoptivo de Tortosa, y anima en otros ayuntamientos a hacer lo mismo. Pero se muestra sorprendido para que se deban tomar estas medidas en la actualidad, ya que la Ley de la Memoria y varias resoluciones del Parlamentlas decretaron hace muchos años. Y ha pedido que haya actuaciones coordinadas con el fin de garantizar la retirada rápida de todos los símbolos franquistas.

Contra la reinterpretación

El manifiesto de Òmnium Cultural y la Comissió de la Dignitat se muestra contrario a cualquier tipo de reinterpretación: "la simbología que define todo monumento no puede ser transformada ni refigurada sin obtener un resultado contradictorio que nunca borrará su dedicatoria original". Esta posición es contraria a la que defienden otros organismos, que creen que la reinterpretación de un monumento es, justamente, la forma de no olvidar los crímenes del pasado.

Cubrir el silencio

El manifiesto reclama también que los edificios y espacios públicos que han sido escenarios de la represión "tienen que ser señalizados y contextualizados indicando los hechos que allí ocurrieron y su significación". Se pretende transmitir a las futuras generaciones aquello que el franquismo y la transición silenciaron. Eso supondría intervenir, también, en determinados edificios públicos, como la Jefatura de Via Laietana, donde se practicaron todo tipo de torturas contra los opositores al régimen.

 

Fotografía de portada: dirigentes de las organizaciones adheridas a la campaña. Òmnium Cultural.