Siete y media de la tarde en el Ballbreaker. En ese mítico bar musical pegado a la plaza Vila de Gràcia nos hemos citado con miembros de seis de las bandas más representativas de la llamada nueva ola de metal extremo en catalán con la excusa de su participación en la primera edición del festival Catalunya Triomfant, que tendrá lugar este 11 de septiembre en la sala Paral·lel 62. Los metaleros con la puntualidad más británica que la mascota de Iron Maiden matan el tiempo, mientras esperamos al resto, con una primera copa de cerveza bien fría en la barra o jugando al futbolín. “Ni que sea de vista, nos conocemos todos, y algunos también hemos tocado mil veces juntos. El ‘underground’ es un poco endogámico”, cuenta Adrià Boluda, batería de Udol, una de las seis bandas convocadas para el primer Catalunya Triomfant. Completan el cartel Vidres A La Sang, Ósserp, Bocc, Siroll! y Assot. “Sonará tópico pero es un concierto al que yo asistiría como público”, añade el 50% del dúo de doom y stoner de Caldes de Monbui.
🤘'Història i poder del mètal català': cuando la música extrema habla la lengua de casa
Ya estamos todos, incluido uno de los organizadores del festival. Cogemos asiento al fondo del local dispuestos a comentar la (¿inmejorable?) situación del metal extremo en catalán. “Siempre ha habido movida, pero quizá se ha necesitado un tiempo para que madurase del todo. Antes se hacían cosas más sencillas y ahora hay mucho nivel y una mayor variedad de estilos, gente que lo hace que flipas, sin nada que envidiar a las bandas extranjeras”, se adelanta Adrià. “Este mismo festival se podría haber organizado hace 15 años, pero es cierto que entonces quizá no había esta efervescencia. Ahora sí que hay un público interesado en todo esto. En los conciertos ahora hay gente joven cantando las canciones, ¡alucino!”, añade Jordi Querol ‘Gou’, cantante de Siroll!, la banda de Cardona que debutó en 2012 con Predica el mal y que acumula una decena de referencias discográficas entre álbumes, eps y directos.
El metal catalán hace 'chup-chup'
La preparación de este ambicioso festival en una sala con capacidad para unas 900 personas coincide en el tiempo con la reciente publicación de un libro de 600 páginas titulado Història i poder del Mètal Català (Enderrock Llibres, 2025) y la creciente popularidad de pódcasts que invitan a levantar los cuernos como Forquilla de Metall y El Rock-Òdrom. Para el bajista de los egarenses Vidres a la Sang, Cristian Vilches, tanto el libro como el festival “demuestran la gran diversidad que hay dentro del metal en catalán”. Uno de los tres promotores del festival acude a la cita en el Ballbreaker y desvela cuándo empezaron a tramar el primer Catalunya Triomfant: “La idea surgió al salir del concierto de Vidres a la Sang y Udol en la sala La Nau de Barcelona el pasado mes de febrero. Al margen de que las entradas se agotaran anticipadamente, percibí un ambiente especial, un ‘chup chup’ de algo más allá de un simple concierto”, explica el periodista musical Jordi Meya, responsable del cartel junto a sus socios Pau Navarra y Richard Royuela. “Estos seis nombres fueron los primeros que nos vinieron a la cabeza y, por suerte, todos nos dijeron que sí. Más allá de la música -continúa Meya-, nos gusta su manera de hacer”.

Conciertos han habido siempre y seguirán habiendo, pero sí es verdad que quizá hay un auge de la música, sobre todo extrema, en catalán
Dani Gallego, guitarra de Ósserp, banda encuadrada en el llamado deathgrind, también defiende que el apogeo del metal en català es real. “Claramente se nota mucho en los conciertos, incluso de bandas internacionales que ven que aquí venden muchas más entradas. Mi sensación es que hay un público muy joven, y bandas de gente joven. Son ejemplos de que la cosa está cambiando”, sostiene Dani. “Conciertos han habido siempre y seguirán habiendo, pero sí es verdad que quizá hay un auge de la música, sobre todo extrema, en catalán”, subraya el cantante de Assot, Guillem Funollet, más conocido por todos como Funu, uno de los pioneros en combinar voces de ultratumba y letras en la lengua de Pompeu Fabra como se encarga de recordar otro de los participantes en esta mesa redonda: “El fenómeno del catalán empieza a extenderse ahora. Cuando comencé a escribir canciones en catalán y cantar en catalán el referente para el metal era Funu (risas). Si hacías rock podías pensar en Sangtraït y Sopa de Cabra, pero el catalán tenía un estigma muy grande respecto a la música cañera”, recuerda el guitarrista y vocalista de Bocc, Emilio Casal. Por alusiones, Funu, vuelve a tomar la palabra para explicar que cuando era un adolescente sus únicos referentes en catalán dentro del metal eran KOP, una banda formada en Rubí en 1998 bajo las coordenadas del hardcore punk y el thrash metal. Empezó a cantar en inglés hasta que comprendió que esto suponía un esfuerzo extra. “¿Qué mejor manera de expresarte que en tu propio idioma? ¿Por qué aquí no lo hacíamos? Desde hace unos años sí hay más discos en catalán”, celebra un cantante que con Assot sí tuvo claro desde un primer momento, hace ya 15 años, que escribiría en su lengua materna y que hablaría de leyendas de su zona, el Montseny.

Este jueves se celebra la primera edición del festival Catalunya Triomfant / Foto: Montse Giralt
Destruyendo tópicos
Pedimos una segunda ronda y seguimos con el tema de la lengua. “Cuando eres más joven y comienzas a montar bandas, tienes unas referencias. Y claro, entonces no existían tantos discos de metal extremo en catalán. Seguramente el primero fue el debut de Vidres a la Sang, que lo sacó una discográfica de Madrid, y lo recuerdo como una anomalía rarísima. Ahora Ósserp hemos sacado un disco que ha empezado a salir en muchos medios estadounidenses y nadie nos ha preguntado por el catalán, no hay ningún problema con eso”, subraya Gallego. En el mismo sentido, Casal, admite que “lo del catalán es un estigma que teníamos más nosotros que fuera”. “Nosotros hemos editado prácticamente todo nuestro catálogo en Estados Unidos y ahora hemos editado un recopilatorio allí y nunca nadie nos ha preguntado por qué cantamos en catalán. Nadie me ha preguntado por qué canto en mi lengua porque es una pregunta absurda. ¡Te tendrían que preguntar por qué cantas en inglés si no tienes ni idea! (risas)”, añade el guitarrista de Bocc, un profesor de literatura dispuesto a destruir más tópicos como que “el heavy es un tío garrulo con tres neuronas” o que son peligrosos. “Nuestro público es muy tranquilo, respetuoso… Si vas a Luz de Gas un viernes tienes más posibilidades de llevarte una torta que en cualquier concierto de metal”, bromea.

Lo del catalán era un estigma que teníamos más nosotros que fuera
“Mucha gente canta en castellano o en inglés”, dice Boluda, “pensando que les abrirá más puertas, de cara a salir fuera, o para que les escuche más gente”. Al final, prosigue, “la verdad es que te comerás una mierda porque en este país hacer música, y más si es extrema, es una ruina”. La música catalana, coinciden, es mucho más de lo que vemos y escuchamos en TV3: “Que están muy bien Els Catarres y The Tyets, te gusten o no, pero en Catalunya se hacen otras cosas desde hace muchos años, desde El Gato Pérez a Moksha” (que no Mushka). Por todo esto, el concierto en la Paral·lel 62 será un auténtico hito para una ciudad poco metalera a pesar de tener una escena metálica cada vez más nutrida e interesante. “Festivales de música en Catalunya hay muchos y mueven mucho dinero, pero no hay apenas dedicados a la música extrema. O bien porque están mal vistas bandas como la nuestra o porque consideran que el mensaje es demasiado agresivo…”, lamenta el bajista de Vidres a la Sang, una banda inspirada en gran medida por la obra del poeta Miquel Martí i Pol. Tanto que la mayoría de las letras de su primer disco, el homónimo de 2004, parten de la obra del escritor de Roda de Ter. Sea como sea, este 11 de septiembre de 2025 será un día histórico (también) para el metal en catalán.