Es difícil que en un acto de ámbito estatal, y más si es retransmitido por televisión a todo el Estado, se introduzca alguna lengua que no sea el español.

En esta edición de los premios Goya, el catalán, el gallego y el vasco se han hecho presentes. Y lo han hecho no porque estuviera en el guion (aunque la presentación iba a cargo de Andreu Buenafuente y Sílvia Abril. Ha sido la veterana Benedicta Sánchez, premio a la actriz revelación, quien a medio discurso de agradecimiento se pasó al gallego para dedicar el premio a Galicia: "A minha terra meiga".

El gesto de Sánchez se ha repetido cuando los responsables de sonido de La trinchera infinita han usado el vasco para los agradecimientos. Más adelante, la productora de Suc de Síndria, Míriam Porté, ha utilizado el catalán.