El Ayuntamiento de Barcelona ha reparado un "agravio histórico" y el martes por la noche otorgó al filólogo Pompeu Fabra, padre de la gramática moderna de la lengua catalana, la Medalla de la Ciudad que el consistorio aprobó el año 1938, y que no se le llegó a entregar nunca por la Guerra Civil, el exilio forzado y la muerte del filólogo. El acto ha sido presidido por el primer teniente de alcaldía, Jaume Collboni, que ha entregado el reconocimiento al nieto del lingüista, Peio Rahola Fabra. En el acto ha intervenido el filólogo Jordi Mir, experto en la obra de Pompeu Fabra. También lo ha hecho la presidenta de la Sección Filológica del Institut d'Estudis Catalans, Teresa Cabré, que ha hecho la glosa del galardonado, y Joandomènec Ros, presidente del Institut d'Estudis Catalans.

La actriz Mercè Arànega ha leído un texto escrito por Pompeu Fabra de la serie 'Conversaciones filológicas', publicado en La Publicidad -posteriormente, La Publicitat- el 3 de diciembre de 1919, y un poema que Pere Quart dedicó al filólogo el año 1968. El Cuarteto de Cuerda del Conservatorio del Liceo ha ofrecido una breve actuación musical.

La singularidad del acto ha hecho que el Ayuntamiento haya encargado de manera excepcional una medalla que reproduce el diseño del escultor Enric Casanovas y que es la misma que se entregó a los galardonados en los años 30.