El nombre IKEA es un acrónimo ingenioso que resume las raíces personales y geográficas de su fundador. Las dos primeras letras corresponden a su nombre, Ingvar Kamprad, mientras que las dos últimas proceden de la granja familiar, Elmtaryd, y del pequeño pueblo sueco donde creció, Agunnaryd, en la región de Småland (Sur de Suecia). Esta combinación resume de forma sencilla y memorable la historia de quien fundó la marca.

La idea de un chico de 17 años que ahora es reconocida mundialmente

Ingvar Kamprad, nacido en 1926 y fallecido en 2018, fundó IKEA en 1943 a los 17 años. Creció en Elmtaryd, una granja propiedad de su familia ubicada en Agunnaryd, un entorno rural donde aprendió valores como la austeridad y la creatividad práctica. Su experiencia en este ambiente rural influyó en su visión de crear muebles accesibles y funcionales para la mayoría.

La elección del acrónimo también respondía a una razón muy practica: Kamprad era disléxico, y combinar su propio nombre con referencias familiares y locales facilitaba recordar y pronunciar el nombre de la marca sin complicaciones. El resultado, IKEA, es ligero, distintivo y cargado de historia personal.

Este enfoque para nombrar la empresa se complementa con la estrategia particular de IKEA para nombrar sus productos. Cada línea sigue un sistema que relaciona la tipología del artículo con nombres escandinavos específicos: los artículos de baño llevan nombres de lagos suecos, las alfombras reciben topónimos daneses, las sillas de oficina nombres masculinos escandinavos, etc.

Ikea surge como un acrónimo y logró instalarse en la mente de los consumidores

Así, el nombre IKEA funciona como una firma personal y geográfica cargada de historia local, al tiempo que construye una identidad corporativa memorable. La sencillez del acrónimo evoca la lógica sueca de diseño funcional y asequible, además de conectar con valores de origen familiar y rural, base sobre la que se fundó la marca.

IKEA se descompone en: Ingvar (nombre), Kamprad (apellido), Elmtaryd (granja) y Agunnaryd (pueblo). Cuatro elementos que resumen la identidad del fundador y su visión empresarial. Este nombre simple y evocador se convirtió en la base de la estrategia global de marca y la reconocibilidad de cientos de productos cotidianos.

Es un diseño que cuenta con un logo también característico, contando con colores a contraste que se diferencian del resto y marcan un antes y un después en la empresa. El primer diseño surge en el año 1951, contando con una forma redonda y de color rojo que marca la diferencia. Luego en el año 1983 la marca actualiza su logo e implementa los colores azul y amarillo, contrastando aún más y que se mantienen en la actualidad.

El diseño actual de este logo es de 2018, el cual se diferencia en todo el mundo y está presente en todas sus presentaciones.