¿Eres amante del pan? Entonces debes saber que Mercadona recupera un pan del siglo XVII y lo pone de moda en España para ofrecernos un viaje en el tiempo. No importa que no seas amante del pan, basta tan solo que te guste disfrutar de un muy buen sabor a la hora de degustar de algo, y el sabor de este pan enamora a cualquiera.

Como siempre, Mercadona no ha perdido la posibilidad de ofrecerle a sus clientes algo verdaderamente exquisito, por esa razón se ha tomado la molestia de viajar casi 400 años en el pasado para traernos un pan verdaderamente bueno, el cual ha estado perdido del paladar de las personas desde hace mucho tiempo.

Como comentamos, seas amante del pan o no, el pan de millo es uno de los mejores panes que tiene la tradición española, y, gracias a Mercadona, podemos disfrutarlo una vez más. No pierdas más tiempo del necesario y ven con nosotros a conocer este delicioso pan recuperado del sigo XVII por Mercadona.

pan de milo

Pan de Milo

El pan de milo, uno de los más queridos

La Brona, Broa o el pan de millo, depende de la zona, es uno de los panes españoles más deliciosos que existen. Tradicional de Galicia durante el siglo XVII, este pan representó una gran revolución, ya que en su momento el pan solo era preparado con harina de centeno o de trigo.

Su sabor y su textura se convirtió en el sabor favorito de todos los habitantes de Galicia y más adelante de todos los habitantes de España, ¡y una vez más podemos disfrutar de él! Mercadona nos lo ofrece a un muy buen precio y su sabor es tan perfecto como los primeros panes de millo de hace unos siglos atrás.

Ideal para acompañarlo con cualquier cosa que puedas imaginar, este pan es uno de los más vendidos que ha colocado Mercadona en su stock hasta la fecha, así que date prisa y no te vayas a quedar sin el tuyo.

Perfecto para compartir o para darte un gustillo tú solo, la Brona de Mercadona está siendo un rotundo éxito entre los más implacables comedores de pan de todo el país. Disfruta del sabor, de la textura y de la historia de hace unos siglos atrás sin necesidad alguna de ir lejos.