Generalmente, cuando comienzas a asistir a un gimnasio, te ofrecen tener asesoría de un entrenador que diseñe una rutina para ti. Sin embargo, hay quienes, por diferentes motivos, prefieren entrenar solos, sin supervisión.

Si eres una de esas personas, debes considerar que entrenar no se trata de mover tu cuerpo con una carga extra de un punto a otro. Detrás existen motivos fisiológicos que debes conocer y considerar para estructurar tu rutina de determinada manera de acuerdo a tu objetivo.

Cada uno de nuestros músculos del cuerpo tiene 3 tipos de fibras

Por ello, queremos que conozcas los distintos tipos de fibras musculares que existen en nuestro cuerpo. Esto puede ayudarte a entender y mejorar tus entrenamientos. Al integrar diferentes tiempos en los movimientos, cargas y la forma de contracción, puedes trabajar cada uno de los tipos de fibras musculares y generar un resultado integral.

Fibras musculares
Fibras musculares

Cada uno de nuestros músculos del cuerpo tiene 3 tipos de fibras:

Tipo 1) Oxidativa

Son de contracción lenta, resistencia a la fatiga, con gran cantidad de mioglobina (les otorga el color rojo) y presentan una elevada actividad oxidativa.

Tipo 2) Rápidas

Existen dos subclasificaciones de ellas:

  1. Rápidas oxidativas glucolíticas: presentan tanto metabolismo energético aeróbico como lactacidémico. Tienen mucha fuerza, pero se fatigan rápido. Se activan con ejercicios de fuerza.
  2. Rápidas glucolíticas: pueden ser más oxidativas o más glucolíticas. presenta una débil actividad aeróbica, presentando una mayor cantidad de enzimas responsables del proceso degradativo de la glucosa por la vía anaeróbica, es decir en este tipo de fibras el componente anaeróbico lactacidémico está muy desarrollado.

En cada músculo existen estos 3 tipos de fibras. La cantidad de fibras dependen de la función que realiza el músculo. El grado de su participación activa de cada tipo de fibra dependerá del trabajo que realice: por ejemplo, mientras las fibras lentas están adaptadas para el trabajo de resistencia de tipo aeróbico, las fibras glucolíticas están más adaptadas al anaeróbico lactacidémico y oxidativo-glucolíticas responden con eficacia a ambos tipos de trabajo.

Cada persona tiene un porcentaje de fibras diferentes y vienen determinados por herencia. Pero con un entrenamiento específico se pueden estimular estas fibras y mejorar. No olvides acudir con un profesional para que diseñe un programa de entrenamiento específico para ti que sea efectivo y acorde a tus objetivos.