La tensión arterial elevada es un problema de salud que puede conllevar un grave riesgo. Forma parte de los accidentes cerebro-vasculares, los cuales provocan el mayor porcentaje de mortalidad en las sociedades indrustrializadas. Se considera preocupante cuando las dos cifras de tensión arterial son iguales o superiores a 90 y 140, lo que se considera como hipertensión.

Tanto el ejercicio como lo que comemos son claves para regular la tensión

Alimentos que bajan la tensión (o la aumentan)

Llevar un estilo de vida adecuado en cuanto a alimentación y ejercicio físico será imprescindible para evitar que esto se produzca. De hecho, una dieta que ha demostrado científicamente su efectividad en el tratamiento no farmacológico de la tensión arterial, es la dieta DASH. Cuyas siglas en inglés significan enfoque dietético para detener la hipertensión.

Hipertensión
Hipertensión

Muestra reducciones de la presión arterial sistólica (“la alta”), de 8 a 14 mmHg. La dieta conlleva la reducción de las grasas, carne roja, dulces y las bebidas azucaradas, reemplazándolos con granos integrales, carne de aves, productos lácteos bajos en grasas (desnatados), pescado y frutos secos.

Este plan alimentario está recomendado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association). Por norma general, un estilo de vida saludable va a ser lo que mayor efecto provoque en la mejora de esta patología, y en muchas otras. Se aconseja incluir los siguientes elementos para combatir la hipertensión.

En cuanto a la alimentación, hay una serie de alimentos que son beneficiosos para reducir este factor:

El AOVE

El Aceite de Oliva Virgen Extra, tan popular en nuestra cultura es un elemento muy adecuado para disminuir la presión arterial. Haz la inversión económica necesaria en comprar uno de buena calidad, no vale cualquiera. Añádelo a ensaladas en su justa medida, o a comidas en crudo, sin cocinarlo. De lo contrario, perderá parte de sus propiedades.

El ajo

Este alimento es un conocido vasodilatador, que provocará que nuestros vasos sanguíneos sean más amplios y la sangre pueda circular con menos resistencia, reduciendo con ello la presión arterial. El ajo negro también posee interesantes propiedades y su sabor en más suave, para aquellos a los que les pueda resultar muy fuerte.

Añádelo como sustituto de la sal, junto a otras especias. Así reducirás los niveles en cada comida, que provocan un aumento de la tensión.

Pescado y semillas

El pescado extractivo tiene la peculiaridad de contener las famosas grasas omega 3, especialmente los pescados azules. Este tipo de grasa tiene un efecto protector contra la inflamación del organismo. De esta forma, su regulación en muchas complicaciones metabólicas. Entre ellas, la hipertensión.

Asimismo, hay varios tipos de semillas que también son ricos en este tipo de grasas, como las semillas de lino y de chía. Añádelas a cualquier crema de verduras, yogures o a lo que proceda.