Al hablar de la motivación y, en concreto, de motivación intrínseca, lo primero que nos planteamos es: ¿qué impulsa a las personas a actuar de la forma que lo hacen?, ¿qué hace que una persona persista en el logro de una meta (como aprobar unas oposiciones) pese al dolor y al esfuerzo que ello supone?, ¿por qué hay personas capaces de persistir en una tarea y en cambio otras la aplazan o empiezan otras al mismo tiempo sin terminar ninguna de ellas?

¿Qué es la motivación intrínseca?

La motivación intrínseca tiene su origen dentro del individuo, y está dirigida por las necesidades de exploración, experimentación, curiosidad y manipulación, las cuales se consideran conductas motivadoras en sí mismas. Dicho de otro modo, la motivación intrínseca es el tipo de motivación que es autoadministrado, y que predispone al individuo a esforzarse por aproximarse a la consecunción de una meta.

La motivación intrínseca, es una necesidad subyacente en el individuo de competencia social y autodeterminación. Es decir, aquellas conductas que se realizan en ausencia de cualquier contingencia externa aparente se consideran intrínsecamente motivadas. La realización de la actividad es un fin en sí mismo y su realización permite al sujeto sentirse autónomo y competente, fundamental para el buen desarrollo de la autoestima sana.

Todos podemos poner algún ejemplo de motivación intrínseca en nuestras vidas: participar en un voluntariado, actos altruistas, hacer bien nuestro trabajo, búsqueda de más conocimiento, superación personal en la realización de un deporte, realización de hobbies...

La motivación intrínseca está dirigida por las necesidades de exploración, experimentación, curiosidad y manipulación, las cuales se consideran conductas motivadoras en sí mismas

 

En definitiva, los motivos que llevan a activar un patrón conductual son inherentes a la persona. No se necesitan estímulos externos como en la motivación extrínseca, pero no son mutuamente excluyentes. Es decir, se puede llevar a cabo una actividad por la que se está motivado intrínsecamente (ayudar a los demás) pero también obtener una recompensa externa (dinero).

motivación
 

A diferencia de lo que se logra con la motivación extrínseca (recompensas externas), con la motivación intrínseca logramos vivencias, sentimientos de eficacia y de dominio de la tarea. Suelen aparecer tres sentimientos vinculados:

  • La autodeterminación y autonomía: ser los directores de nuestra propia vida.
  • La competencia: controlar lo que hacemos, experimentar el dominio de nuestras habilidades.
  • Relaciones: interactuar, estar conectados y preocuparnos por los demás.
  • Satisfacción por hacer algo propio y familiar

Al principio se pensó que ambos tipos de motivación eran independientes, pero varios estudios mostraron que una actividad que contaba con un alto interés intrínseco podría verse disminuida si se introducían recompensas, a este hecho lo denominaron efecto de sobrejustificación. Curiosamente, el sujeto perdía interés. El efecto negativo de la recompensa se conoce como el precio oculto de la recompensa.