¿Quién no ha tenido alguna vez la sensación de reconocer aquello que se ve o se vive por primera vez, como si ya se hubiera visto o vivido anteriormente? Es el denominado déjà vu, que siempre se ha asociado a algo misterioso y cuyo origen se ha tratado de explicar de multitud de maneras, algunas con connotaciones paranormales. Sin embargo, estudios afirman que este fenómeno podría explicarse a través del reconocimiento de los recuerdos. Este artículo describe el fenómeno del déjà vu y su relación con el reconocimiento y con los recuerdos vagos. También se aporta información sobre el jamais vu, que es el efecto contrario.

El fenómeno mental del déjà vu (en francés «ya visto») puede darse en individuos sanos o asociado a un trastorno mental. Sea cual sea su origen, muy discutido, se le ha relacionado, quizás por desconocimiento, con fenómenos paranormales. Son teorías que se han apagado en favor de estudios llevados a cabo en los últimos años cuyos resultados afirman su posible origen cerebral. Una investigación reciente aporta nuevos datos. Un estudio de la Universidad de Colorado (EE.UU.), muestra las muchas similitudes que existen entre el déjà vu y la comprensión de la memoria del reconocimiento.

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El déjà vu y la importancia del reconocimiento

 

Entre el 60% y el 70% de la población ha experimentado alguna vez déjà vu

 

La memoria del reconocimiento es la que permite comprender que aquello que se está experimentando en un momento determinado ya ha pasado antes, como cuando se reconoce a un amigo por la calle o se escucha una canción favorita. El cerebro fluctúa entre dos tipos de reconocimiento de la memoria: la recuperación y la familiaridad. La recuperación se da cuando se puede precisar o señalar un instante o momento que ya ha ocurrido con anterioridad: ver a un individuo que resulta familiar comprando en una tienda cuando antes se le ha visto en el autobús. El reconocimiento basado en la familiaridad ocurre cuando una situación resulta familiar, pero no se recuerda cuándo pasó: la misma persona que se ve en la tienda, pero en este caso no se recuerda dónde se le ha visto antes. El déjà vu podría ser una muestra de este reconocimiento basado en la familiaridad: durante el fenómeno, se está convencido de que reconoce la situación, pero no se está seguro de la razón.

 

El déjà vu, un fenómeno común

La sensación de déjà vu aparece, por norma general y sin consecuencias, en personas sin ninguna enfermedad, como un fenómeno aislado y sin periodicidad. Los últimos datos sugieren que entre el 60% y el 70% de la población lo ha sufrido alguna vez, sobre todo entre los 15 y los 25 años. El episodio, salvo contadas ocasiones, no dura más que escasos minutos o segundos. No se refiere solo a un lugar geográfico sino también a una situación, que se la interpreta como vista o vivida.

Pero también puede manifestarse en diversas patologías. La más frecuente es la epilepsia del lóbulo temporal (EPL), que es el tipo más común y más resistente a los fármacos en seres humanos. En esta enfermedad, la sensación de déjà vu acostumbra a presentarse como preludio de la crisis convulsiva (aura). Un estudio elaborado en la Universidad de Leeds ya describía personas que vivían esta experiencia como una enfermedad en sí por su forma crónica. Quienes así lo experimentan expresan que el fenómeno los supera e, incluso, la sensación repetida de conocimiento anticipado provoca una severa depresión. En resumen, viven abatidos por la sensación constante de que todo les resulta familiar.