Cuando iniciamos una rutina de ejercicios, especialmente algo tan intenso como correr, esperamos ver resultados positivos como la pérdida de peso o una figura más tonificada. Sin embargo, es común que muchas personas noten un pequeño aumento de peso al comenzar a correr, lo que puede ser confuso y a veces desalentador. Aunque pueda parecer contradictorio, hay varias razones saludables por las cuales esto puede suceder.

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Correr aumenta nuestra masa muscular/ Foto: Unsplash

 

Asegúrate de no comer calorías en exceso pensando que "te lo mereces" después de un buen entrenamiento

 

1. Aumento de la masa muscular: Al empezar a correr, estás sometiendo a tus músculos a un tipo de estrés al que no están acostumbrados. En respuesta, estos músculos comienzan a adaptarse y fortalecerse, especialmente en las piernas. El músculo es más denso que la grasa, por lo que este aumento de masa muscular puede hacer que subas un poco de peso, incluso si estás perdiendo grasa.

2. Retención de líquidos: Cuando comienzas un nuevo programa de ejercicios, el cuerpo tiende a retener agua para ayudar a reparar las fibras musculares que se dañan durante la actividad física. Este proceso de reparación es vital para fortalecer los músculos, pero puede resultar en retención temporal de líquidos y, por ende, un aumento en la balanza.

3. Cambios en el almacenamiento de glucógeno: El glucógeno es una forma en que el cuerpo almacena energía en los músculos y el hígado. Correr regularmente aumenta la capacidad de tus músculos para almacenar glucógeno para tener energía disponible durante el ejercicio. Como cada gramo de glucógeno se almacena con aproximadamente tres gramos de agua, esto también puede causar un aumento temporal en el peso.

4. Inflamación y recuperación: La actividad física intensa, especialmente si es nueva para el cuerpo, puede provocar inflamación microscópica a medida que los músculos se recuperan y crecen. Este es un proceso natural y saludable, pero puede contribuir al peso adicional temporalmente.

5. Factores de la dieta: A veces, al empezar un régimen de ejercicio, las personas sienten que pueden permitirse comer más porque están quemando calorías adicionales. Este aumento en la ingesta calórica puede compensar las calorías quemadas durante el ejercicio, resultando en un aumento de peso o un estancamiento.

 

¿Qué puedes hacer al respecto?

  • Sé paciente y consistente: El cuerpo necesita tiempo para adaptarse a un nuevo régimen de ejercicio. La pérdida de peso y las mejoras en la composición corporal pueden llevar tiempo.

  • Monitorea tu dieta: Asegúrate de no comer calorías en exceso pensando que "te lo mereces" después de un buen entrenamiento. Mantén una dieta equilibrada y rica en nutrientes que apoye tu régimen de ejercicios.

  • Diversifica tu entrenamiento: Complementa el running con ejercicios de resistencia y flexibilidad, como pesas y yoga, para maximizar los beneficios y minimizar el estrés en el cuerpo.

  • Utiliza medidas más allá de la balanza: El peso no es el único indicador de salud. Mide tus progresos con medidas físicas como la circunferencia de la cintura o la composición corporal general para obtener una imagen más clara de cómo te está beneficiando el ejercicio.

 

Al entender estas razones y ajustar tus expectativas y estrategias, puedes seguir disfrutando de los beneficios del running y mejorar tu salud física y mental, más allá de lo que dice la balanza.