Un equipo de investigadores ha demostrado que una dieta cetogénica, o keto, muy baja en calorías (VLCKD) tiene efectos altamente beneficiosos para reducir la grasa de nuestro cuerpo y que, además, esta intervención nutricional involucra mecanismos epigenéticos, un hallazgo clave para tratar la obesidad y buscar nuevas terapias propias de la medicina personalizada. ¿El resultado? Hasta 20 kilos de pérdida de grasa.

El hallazgo, publicado en la revista Clinical Nutrition y liderado por científicos del CIBEROBN, demuestra por primera vez la relación entre este tipo de dieta y la epigenética -las circunstancias ambientales que modifican la expresión de los genes- en la obesidad.

Capitaneado por los grupos de Ana B. Crujeiras y Felipe F. Casanueva del IDIS-CHUS de Santiago, el estudio evaluó los efectos de la dieta VLCKD en relación a los niveles de metilación del ADN en pacientes que presentaban obesidad.

keto

La dieta keto, en boca de muchos

El estudio se hizo con 21 personas que recibieron una dieta cetogénica (emula los efectos del ayuno en el organismo) y instrucciones personalizadas para modificar su estilo de vida durante 6 meses, y los resultados se compararon varias veces con los de doce voluntarios con peso normal, según informa Efe.

Para los que les pueda interesar, lo primero que debemos hacer es ver de qué trata este tipo de dieta. La dieta cetogénica es una dieta estricta de alto contenido en grasas y por otro lado baja en hidratos de carbono. Se llama «cetogénica» porque fabrica cetonas en el cuerpo. Las cetonas se fabrican cuando el cuerpo usa las grasas para obtener energía. La cetosis es comparable al ayuno. La investigación demostró que este tipo de intervención nutricional puede hacernos perder hasta 20 kg de peso, sobre todo de grasa visceral, y de preservar la masa muscular, lo cual es más que positivo.

Un estudio con muchas conclusiones

«Además, los pacientes que siguen esta intervención nutricional presentan una reducción en el apetito, mejoras en la calidad del sueño, en la función sexual y, en definitiva, en la calidad de vida global», nos confirma Ana B. Crujerias.

El estudio concluye que, aunque los cambios epigenéticos del ADN son heredables, también reversibles, por lo que, una intervención nutricional personalizada y el estudio de la predisposición genética pueden aumentar o disminuir nuestra predisposición a desarrollar algunas enfermedades derivadas de la mala alimentación o de problemas en relación a nuestra forma física.

Unos resultados de la investigación que dan mucha luz a un tipo de dieta que estos últimos tiempos ha estado en boca de muchos, y que tiene unos efectos positivos a la hora de perder grasa como se ha podido demostrar.