Si tomas bebidas con cafeína con regularidad, seguramente sepas que demasiada cafeína puede provocarte nerviosismo. Si bebes un segundo café después de la cena, notarás cómo te afecta a tu estado nervioso a la hora de tratar de conciliar el sueño sin problemas.

En general, la cafeína suele ser un elemento inadecuado para las personas con ansiedad. Esto se debe a que el poderoso estimulante que se encuentra naturalmente en los granos de café activa la ansiedad al acelerar las funciones corporales.

Síntomas similares a la ansiedad

Los efectos naturales de la cafeína estimulan una gran cantidad de sensaciones, como que tu corazón lata más rápido, tu cuerpo se caliente y tu frecuencia respiratoria aumente. Todos ellos, aspectos que imitan la ansiedad. Psicológicamente, es difícil para tu mente reconocer que esto no es ansiedad porque se siente igual o muy parecido. La inquietud, el nerviosismo, los dolores de cabeza, la sudoración y el insomnio son signos comunes de la ansiedad provocados también por la cafeína.

Según algunos estudios, consumir más de 200 mg de cafeína (aproximadamente la cantidad en solo dos tazas de café) puede aumentar la probabilidad de ansiedad y ataques de pánico en personas sensibles a ella. Es tan poderoso que el trastorno de ansiedad inducido por la cafeína es una subclase en el Manual de diagnóstico de trastornos mentales DSM-5 de los Estados Unidos.

Hombre bebiendo café / Unsplash
Hombre bebiendo café / Unsplash

Distintos efectos de la cafeína

Sin embargo, la cafeína, que es la sustancia psicoactiva más consumida en el mundo, no nos afecta a todos de la misma manera. La razón, en parte, es la forma en que el cuerpo está conectado. Algunas personas pueden tolerar un poco de cafeína y otras son muy sensibles a ella. Es una cuestión principalmente genética. Por ejemplo, las personas que son sensibles a los efectos de la cafeína pueden metabolizarla más rápido que otras.

Si eres propenso a los sentimientos de ansiedad después del café, el consumo regular de cafeína puede provocarte un círculo vicioso. Quizá sufras un ataque de ansiedad, no puedas dormir por la noche debido a la ansiedad inducida por la cafeína, sientas muy poca energía por la mañana, después tomes café para despertarte y así comience el ciclo otra vez.

Un diario para saber si el café te provoca ansiedad

Para saber si el café te está afectando en cuanto a la ansiedad, se recomienda mantener un diario del impacto de la cafeína durante una semana. Además de contar cada taza de café que tomes,  haz un seguimiento de otras fuentes de cafeína que puedas consumir, como los refrescos de cola, el chocolate, las bebidas energéticas o algunos snacks. Pasada una semana, elimina toda la cafeína mientras mantienes el resto de tu dieta y actividades iguales. Habitualmente, las personas que sufren ansiedad suelen notar una mejora en sus niveles cuando llevan a cabo este cambio.

Limitar la cafeína para reducir los nervios

En todo caso, si ves que la cafeína que consumes a diario te acaba afectando a la ansiedad, no tienes por qué renunciar totalmente a ella, sino que bastará con que reduzcas la dosis. Al fin y al cabo, el café ayuda a afrontar el día y mejora la cognición y el rendimiento atlético de las personas. Rebajar la dosis suele ser un paso importante.

Aunque no existe un enfoque único para el consumo de cafeína, los expertos sugieren beber café con moderación para obtener los supuestos beneficios para la salud de la bebida, que incluyen un menor riesgo de enfermedad cardiovascular y diabetes tipo 2. Recomiendan una o dos tazas de café como máximo al día, sin edulcorantes ni cremas añadidas.