Gimnasio, ese templo de verdades incompletas. Circulan muchos mitos en el mundo del fitness, pero sobre todo grandes dudas.

Seguro que más de una vez has tratado de contrastar con tus compañeros de gimnasio alguna de las afirmaciones que has oído a través de las redes. O viceversa. Y seguro que también, más de una vez, te has dado cuenta de que solo un entrenador cualificado ha sabido responder a tus dudas.

Gimnasio y suplementos: ¿son perjudiciales?

Como casi todo en esta vida, tanto el exceso como la falta de cualquier cosa será perjudicial. La frase que mejor define este hecho es la siguiente: la diferencia entre un fármaco y un veneno, está en la dosis.

No todos los suplementos pueden ser efectivos

Al igual ocurre con la suplementación, por lo que la respuesta a esta pregunta, puede ser NO. Para empezar, hay que aclarar que no todos los suplementos pueden ser efectivos. E incluso alguno de ellos puede ser perjudicial, pero no se puede afirmar con rotundidad.

Para ello, nos iremos a la conocida como EFSA (autoridad europea de seguridad alimentaria). Allí podremos encontrar si los suplementos que tenemos pensado usar, están aprobados por este organismo y si son efectivos o perjudiciales. Es imprescindible ingerir las recomendaciones prescritas por un especialista en la materia.

Gimnasio
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¿Cuándo hago el cardio, antes o después de las pesas?

El ejercicio de resistencia cardiovascular, también llamado aeróbico, se realiza con la intención de mejorar dicha capacidad. Así como para aumentar la utilización de la grasa corporal como fuente de energía principal. Cuando queremos incorporarlo junto a nuestra rutina de entrenamiento de fuerza, nos surge esta duda.

La respuesta es: depende.

Si nuestro objetivo es aumentar de masa muscular y en esa misma sesión hemos entrenado las piernas, es recomendable hacerlo antes o en otra sesión. Esta decisión se basa en que la fuerza y la resistencia utilizan vías metabólicas distintas, provocando interferencias negativas entre ellas. Solo si la musculatura implicada es la misma.

Si nuestro objetivo es quemar grasa, la mejor opción será hacerlo después de trabajar la fuerza. Hacerlo en este orden, provoca que al hacer el ejercicio aeróbico tengamos más a nuestra disposición los ácidos grasos para usarlos como combustible. Eso sí, la parte del entrenamiento de fuerza, no debe ser muy fatigante.

¿Entrenar la fuerza me hará ganar demasiado músculo?

El entrenamiento de fuerza, no necesariamente está enfocado a la ganancia de masa muscular. Existen diferentes formas de entrenarla con el fin de desarrollar más una u otra capacidad. La respuesta es (una vez más): depende.

Depende del llamado carácter del esfuerzo. Esta variable del entrenamiento se define como la relación entre el número de repeticiones que soy capaz de hacer, y las que hago en una misma serie. Si selecciona una carga con la que soy capaz de hacer 15 repeticiones como máximo, estaré realizando 15 (15).

A esto se le conoce como ir al fallo, y está principalmente orientado a ganar masa muscular. Si por el contrario realizo menos repeticiones de mis posibles, estaré entrenando más la fuerza. De esta manera, realizar la mitad de las repeticiones que soy capaz de hacer con una carga, minimizará la ganancia de masa muscular.

¿Cómo entreno los abdominales inferiores?

La acumulación de grasa en el cuerpo tiene sus zonas específicas. Y una de las más predominantes es en la parte inferior del abdomen. Cuando se ejercita esta musculatura, es normal que visualmente, se note menos la parte inferior de esta musculatura.

Esto no quiere decir que haya un menos volumen muscular en esa zona, sólo que está más cubierta de grasa. Durante mucho tiempo y aún en la actualidad, se han entrenado los “abdominales inferiores” para eliminar la grasa en esa zona. Esta forma de actuar es completamente errónea: no puedes entrenar los abdominales inferiores.

Se suelen realizar ejercicios de elevar las piernas y numerosas variantes de  los mismos. La cuestión es que los abdominales es un solo músculo y se contrae en su totalidad. No siendo posible entrenar por separado una zona u otra. 

Al entrenarlo, sentiremos fatiga en esa zona y parecerá que el esfuerzo está siendo realizado por los abdominales inferiores, pero no es así. Además, esos ejercicios mencionados, tienen un gran potencial de riesgo de lesión para las estructuras de la espalda.