Los cambios en nuestra alimentación, unidos a un estilo de vida más sedentario, han triplicado el sobrepeso y la obesidad desde 1975. Y a su vez, pesar más de lo que debíeramos ha incrementado los casos de enfermedad cardiovascular. Por eso los cardiólogos insisten en una necesidad clave para mantener la salud cardiaca: aprender a comer de forma saludable. 

La medida más eficaz para proteger la salud cardiovascular es la prevención, aseguran los especialistas en cardiología. Y esta se basa en seguir unos hábitos saludables entre los que la dieta mediterránea se ha revelado como una pieza fundamental.

La prevención es fundamental para el corazón

Sin embargo, nuestra forma de alimentarnos se aleja cada vez más de lo que los expertos consideran una dieta equilibrada

Pero el problema no se reduce a que la báscula marque cada vez más kilos. La principal preocupación del colectivo médico es lo que implica ese exceso de peso, ya que, además de otras patologías que también son factores de riesgo para la salud cardiaca, como la diabetes o la hipercolesterolemia, la enfermedad cardiovascular puede aparecer cuando nos encontramos por encima del peso que nos corresponde

Cardio

Alimentos aliados del corazón

Entre los productos alimenticios de la dieta mediterránea más beneficiosos para la salud cardiaca se hallan alimentos de origen vegetal ricos en vitaminas y fibra como verduras, cereales integrales y legumbres. También son beneficiosos el pescado azul, rico en ácidos grasos omega 3, y el aceite de oliva virgen y virgen extra, rico en ácidos grasos monoinsaturados y en antioxidantes.

En cuanto a los productos que debemos evitar, la respuesta es clara: todos los alimentos ultraprocesados ricos en azúcares y grasas saturadas, además de los alimentos con aceites hidrogenados que contienen grasas trans. Pero también es conveniente reducir la ingesta de las carnes rojas y los quesos curados o muy curados, ya que son ricos en grasas saturadas, al igual que las grasas de origen animal como manteca y mantequilla.

La sal y el azúcar, en su justa medida

Seguir las recomendaciones en cuanto a los alimentos que debemos consumir y los que nos conviene evitar para mantener una buena salud cardiaca es un primer paso. Sin embargo, no es el único. También deberíamos tener muy en cuenta dos condimentos de los que abusamos: la sal y el azúcar.

Respecto a la primera, el consejo es no superar los 5 gramos de sal al día, a pesar de que, en la actualidad, la media en nuestro país es de 9 gramos. Para lograr disminuir la ingesta a la mitad, una regla elemental es no añadir sal a los alimentos en la mesa.

En cuanto al azúcar, no deberíamos sobrepasar los 30 gramos de azúcar libre al día, lo que se traduce en no adquirir productos con azúcar añadido, no tomar refrescos azucarados y no agregar más de 2 o 3 cucharaditas de café al día a lo que consumamos, ya que cada cucharadita tiene 5 gramos de azúcar.