No podemos detener el paso del tiempo, pero sí frenar algunas pérdidas asociadas a cumplir años. Y una de ellas es el equilibrio. A medida que nos hacemos mayores, nuestro cuerpo pierde masa muscular, lo que implica una merma del equilibrio. Esta pérdida aumenta, entre otros problemas, las posibilidadades de que acabemos en el suelo. Pero es que, además, el equilibrio, o la capacidad de permanecer en posición vertical cuando nos paramos, sentamos o mientras caminamos, es esencial para protegernos cuando sufrimos un tropezón o tenemos que esquivar objetos. Además, perder el equilibrio tiene otras consecuencias menos evidentes o conocidas. Según un estudio de la Escuela de Medicina de Feinberg (EE.UU.), la merma de estabilidad corporal asociada a los años puede reducir la actividad física de una persona e incluso tener consecuencias en su vida social. Pero es posible mejorar el equilibrio de distintas maneras. Estas son algunas de ellas.

Las pelotas de equilibrio nos pueden ayudar

1. Revisar los oídos

Para mejorar -y proteger- el equilibrio, lo primero que hay que hacer es cuidar la salud. Una infección de oído recurrente, padecer vértigo e incluso algunas medicaciones (antihistamínicos o analgésicos para reducir el dolor) pueden producir una merma en la capacidad natural del cuerpo de mantener el equilibrio.

Al estar en pie o en una postura que exije un buen sentido del equilibrio, no pensamos en el papel que tienen los oídos. Pero estos órganos son cruciales para mantener el equilibrio, gracias a un nervio contenido en su interior llamado vestibulococlear, que es el que envía las señales al cerebro que controlan la audición (función auditoria) y ayudan con el equilibrio (función vestibular).

Equilibrio
Equilibrio

2. Entrenar para estar fuerte

Los científicos dicen que a partir de los 25 años ya son reconocibles cambios en los ojos, articulaciones e incluso en el pelo que están relacionados con el proceso de hacerse mayores. Y también empezamos a perder el equilibrio.

En cualquier caso, los entrenamientos que tienen como objetivo fortalecer los músculos pueden ayudar a mantenerlo. Y esta pauta es válida para todas las edades. Un estudio de 2013 concluye que realizar ejercicios que fortalecen las piernas puede mejorar el equilibrio incluso en personas adultas sanas. 

3. Subir escaleras

Quien tiene escaleras en casa tiene un tesoro, al menos para su equilibrio. Y un simple peldaño puede ser el mejor aliado para trabajarlo.

Para ello, no hay más que subir con la pierna derecha primero y, después, dejar que se le una la pierna izquierda. Luego toca bajar del peldaño, una pierna cada vez, y repetir el movimiento. Este ejercicio podemos realizarlo cambiando la pierna que inicia el movimiento y siempre a ritmo lento en un principio, para estar seguro de controlar el ejercicio.

4. Usar pelotas de equilibrio

Las pelotas de equilibrio son un accesorio utilizado en clases de yoga, pero cada vez más habitual también en ejercicios básicos de fitness. Y resultan muy útiles para trabajar el equilibrio. El solo hecho de sentarse sobre una de estas bolas ya lo hace. Pero además con ellas se pueden realizar sentadillas o utilizarlas para hacer flexiones.