Alimentarse conscientemente es uno de los pilares fundamentales de filosofías tradicionales y milenarias. Según estos sistemas de salud holística, no fijarse lo suficiente en la forma en la que nos alimentamos, al entorno y a la situación que ocurre, suele ser una de las claves que explican las malas digestiones, la ansiedad, el sobrepeso y algunas emociones como la culpa, la vergüenza o el miedo en relación con la comida.

Alimentarse conscientemente es uno de los pilares fundamentales de filosofías tradicionales y milenarias

Por ello, el concepto –que a algunos quizá os suena muy moderno– no es ningún invento, y apela, como el mindfulness, al aquí y al ahora, a lo que está pasando en este preciso momento, a la hora de comer. 

Mindful eating, la importancia del la conciencia plena en la mesa

Y de todo esto trata el mindful eating, de cómo poder crear una relación saludable con la comida, convirtiendo la comida en un ritual en vez de un acto impulsivo sin más trascendencia. Por eso también se dice que el mindful eating es la no dieta, porque se preocupa del control de las emociones, sobre todo, del hambre que no es hambre.

Mindul Eating
Mindul Eating

¿Qué debo hacer para comer con conciencia?

Si tomáis el propósito de empezar a disfrutar de verdad de la comida, lo más posible es que tengáis que cambiar bastante los hábitos. Pero aquí tenéis unas cuantas técnicas que os pueden ayudar:

  1. Come despacio y sin prisa: acabarse el plato en 10 minutos hará que, seguramente, comas más de lo que necesitas y acabes teniendo una digestión pesada.
  2. Evita estímulos demasiado intensos: ni tele, ni móvil, ni periódicos, libros, música demasiado fuerte o cualquier otra cosa que te pueda distraer en exceso.
  3. Cuando comas, come, no trabajes: acaba con las reuniones de trabajo a la hora de comer.
  4. Mastica bien los alimentos: se recomienda masticar 25 veces cada bocado.
  5. Traga totalmente la comida antes de volver a comer: así también evitarás tragar aire.
  6. Despierta la atención de todos los sentidos: focalízate en el sabor, pero disfruta también del olor, la textura y la belleza del plato.
  7. Siéntate en la mesa: no sirve ni el sofá ni la mesa de estudio o de trabajo ni, por supuesto, comer de pie.
  8. Coloca la comida siempre que puedas dentro del plato, pero no comas directamente desde la fiambrera ni, mucho menos, desde el paquete.
  9. Deja el tenedor en la mesa entre bocados.
  10. Da bocados pequeños: ayuda a dejar de comer con ansiedad y a poder saborear mejor los alimentos.
  11. No cruces las piernas: los órganos digestivos deben poder estar amplios y receptivos, y no en tensión.