La columna vertebral está compuesta principalmente por las vértebras, los discos y la médula espinal. Esta es el eje principal del cuerpo humano y sobre la que recaen todos los impactos negativos de los malos hábitos. La mayoría de nosotros da por supuesto que ese conjunto de estructura fuerte y flexible no se puede dañar, pero no es así. El dolor de espalda constituye una de las principales causas de baja laboral en nuestro país y el segundo motivo más frecuente de consulta médica.
Si bien, los dolores de espalda pueden deberse a enfermedades degenerativas, traumatismos o golpes, también se puede dar por otras causas. A menudo, el dolor proviene de malos hábitos que repetimos una y otra vez en nuestro día a día, como sentarnos incorrectamente o caminar con una postura inadecuada. También pueden causarlo el estrés o la fatiga muscular.
El estrés puede afectar a nuestra espalda
Las personas con sobrepeso, las mujeres embarazadas, aquellas que trabajan habitualmente cargando peso excesivo o aquellas que pasan mucho tiempo de pie en su puesto de trabajo, son las que más papeletas tienen de sufrir molestias en la espalda o incluso provocarle alguna enfermedad en la zona lumbar o cervical. Aunque pueden afectar a cualquier persona, sobre todo a partir de la cuarta década de vida. Además, tiende a convertirse en crónico en personas mayores.

Consejos para cuidar nuestra espalda
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Prestar atención a la manera de caminar: sin ser conscientes de ello, andamos encorvados, cargando el peso de los hombros hacia delante. Hay que evitar esta tendencia, irguiendo la espalda y elevando la cabeza. Del mismo modo, tampoco hay que abusar de los zapatos de tacón.
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Cuidar la postura mientras dormimos: el colchón debe estar en condiciones óptimas y no ser ni demasiado blando ni duro. La mejor postura es boca arriba, colocando una almohada bajo las rodillas y otra debajo de las lumbares.
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Vigilar el peso: las personas con sobrepeso sufren una mayor tensión en los músculos de la espalda y, por tanto, tienen mayor predisposición a padecer dolores en la zona lumbar. En el caso de las mujeres embarazadas existen fajas para aliviar las molestias.
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No descuidar la postura frente al ordenador: el 80 por ciento de los trabajadores padecen dolor de espalda y hernias en algún momento de su vida. La pantalla deberá estar a la altura de nuestro ojos para evitar tener que levantar o inclinar el cuello.
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Doblar las rodillas para levantar peso: si hay que coger algo del suelo, no hay que inclinar la espalda, en su lugar, flexiona las rodillas manteniendo la espalda recta.
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Huir de los movimientos repetitivos: los gestos que se repiten constantemente pueden llegar a sobrecargar una zona concreta de la musculatura, y provocar que duela. Trata de evitar estos gestos cuando sea posible y, si estás obligado u obligada a realizarlos, presta atención para llevarlos a cabo de manera correcta.
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Realizar estiramientos del cuello: todos los días y de manera suave y lenta, de arriba abajo, de lado a lado y de oreja a oreja. Son importantes, especialmente después de realizar ejercicio físico.
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Relajarse y hacer ejercicio: realizar técnicas de relajación o hacer ejercicio de manera regular puede ayudar a prevenir el estrés y evitar que se acumule la tensión en los músculos.
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Protegerse en la carretera: abrocharse el cinturón y ponerse el casco, tanto en la moto como en la bici, reduce considerablemente el riesgo de lesiones cervicales.
- Consultar al médico o al farmacéutico: preguntar a los profesionales médicos sobre el uso de analgésicos y antiinflamatorios para aliviar el dolor y mejorar la capacidad funcional de la espalda.