El Eje Verde de la calle Consell de Cent de Barcelona, la parte más visible de la implantación del modelo Supermanzana en el distrito del Eixample e impulsado en el anterior mandato, encabezado por Ada Colau, podría tener que volver a la situación anterior una vez el Juzgado Contencioso Administrativo número 5 de Barcelona ha sentenciado en contra de la aprobación del eje verde y obliga a "retornar las actuaciones al estado en que se encontraban con anterioridad a su aprobación" al estimar el recurso interpuesto por la Unión de Ejes Comerciales Turísticos de Barcelona (Barcelona Oberta). En la sentencia, la jueza valora que la aprobación de las obras supusieron una modificación del Plan General Metropolitano sin que se hubiera seguido el procedimiento establecido para modificarlo. A pesar de la sentencia, sin embargo, las obras ya están finalizadas.

 

A la espera de que el Ayuntamiento de Barcelona se pronuncie sobre el caso, que probablemente lo hará este mismo jueves por la tarde, el hecho es que el contenido de la sentencia impone la obligación de volver a restituir el estado de la calle Consell de Cent previo a las obras de conversión en Eje Verde, un hecho que supondría una nueva inversión para deshacer primero las obras actuales y después volver a asfaltar la calle y recuperar los carriles abiertos al tráfico. En todo caso, la sentencia no es firme, ya que el Ayuntamiento de Barcelona puede interponer un recurso de apelación en un plazo de quince días que tendrá que resolver la sala contenciosa administrativa del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya.

Barcelona Oberta, junto con Foment del Treball ha subrayado, por medio de un comunicado, que el Ayuntamiento de Barcelona "actuó mal, y que desde la sociedad civil se pidió prudencia con estas actuaciones". Por eso afirman que la sentencia indica que "la planificación de las supermanzanas de Barcelona se efectúa con total independencia del planeamiento urbanístico y no se respeta el Plan General Metropolitano". "Entendemos que esta sentencia y las motivaciones pueden tener elementos comunes de consideración a otras reurbanizaciones que se están llevando a cabo en la ciudad, como es el caso de la reforma de la Via Laietana, con efectos conocidos en la movilidad", asegura la misma entidad.

Lluvia de querellas

De hecho, la de Barcelona Oberta es una más de las diversas querellas presentadas contra la implantación de la Supermanzana del Eixample, entre las cuales también destacan la que presentó el arquitecto jefe de Pasqual Maragall, Josep Antoni Acebillo, contra la entonces alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y su teniente de alcaldía de Urbanismo, Janet Sanz, por un delito urbanístico y otro de malversación por las supermanzanas o ejes verdes del Eixample. Con 27 páginas, el escrito también estaba firmado por los abogados Francesc Jufresa y Ferran Grasas y se presentó pocos días después de que la Fiscalía archivó las denuncias interpuestas por los mismos querellantes y la plataforma Salvem Barcelona.

En aquella querella, Acebillo reclamaba la paralización cautelar de las obras de las supermanzanas para "evitar la plena consumación" de los delitos que consideraba que se estaban cometiendo y los perjuicios que se pueden llegar a causar —cifrados en más de 100 millones de euros—, remarcando que se trataba "de una infracción normativa manifiesta de la ley del suelo que puede tener efectos devastadores" tanto para particulares como para comercios en general, hasta el punto de generar "problemas de accesibilidad en los mismos domicilios de servicios básicos". También afectaría al erario público, "porque solo el concepto de arrancado del asfalto y su eventual reposición" supondría un gasto de 100 millones de euros.