La Sagrada Família avanza día tras día. El último paso ha tenido lugar este mismo viernes, cuando se ha colocado el núcleo central de la cruz que debe coronar la basílica barcelonesa, en lo alto de la torre de Jesucristo. Según informa la institución, la pieza es un elemento de seis caras octogonales en las que se conectarán los brazos de la cruz y presenta superficies curvas con triángulos cerámicos para "conseguir transiciones suaves con los brazos". Cada lado de la pieza mide 4,70 m y, en total, pesa 16,50 toneladas. Hace solo unos días, el 30 de octubre, se colocó el primero de los tres elementos de la cruz, su brazo inferior. Cuando la cruz esté terminada medirá 17 metros de altura y el templo alcanzará los 172,5 cuando se haya completado esta pieza. El objetivo es finalizar su estructura principal con la culminación de la torre de Jesucristo en 2026, coincidiendo con el centenario de la muerte de Antoni Gaudí, el 10 de junio de 2026. Las obras, que comenzaron en 1882, sin embargo, no acabarán aquí. La Junta Constructora, concretamente, habla de una década más de trabajos para acabar el templo en la parte que corresponde al solar donde se ubica, entre las calles Marina, Còrsega, Provença y Mallorca.
Las partes externas del templo ya son harina de otro costal. La madre de todos los huevos es la fachada de la gloria, que da a la calle Mallorca, y especialmente sus accesos. La fachada en cuestión ya se ha empezado a trabajar, pero solo dentro de los límites que ocupa el templo. La cuestión es que si el acceso se hace según los planes de la Junta, se tendrían que derribar los edificios que hay justo delante, donde viven decenas de familias que se quedarían sin hogar. Desde la Junta, continúan afirmando que no renuncian a hacer el puente y la escalinata. Por todo ello, el presidente delegado del ente asume que todo ello puede acabar en los juzgados.


El papa, invitado
A principios de octubre, aprovechando su viaje oficial a Roma, el president de la Generalitat se reunió con el papa León XIV en el Vaticano. Fue allí cuando lo invitó a la celebración del centenario de la muerte de Gaudí y a visitar Catalunya y, más concretamente, la Sagrada Familia, ya coronada. "Ha sido una audiencia muy emocionante para mí", confesó el president de la Generalitat, católico practicante, después del encuentro. El predecesor de León XIV, el papa Francisco, no pisó nunca la capital catalana pero tampoco el Estado español. El obispo Joan Josep Omella ya había trasladado esta invitación al santo padre, así como los responsables de la Sagrada Familia. León XIV recibió la invitación "con atención" aunque todavía no puede confirmar que acepte hacer el viaje, a pesar de manifestar que lo tendrá en consideración. Cabe recordar que la basílica fue consagrada este viernes hace 15 años, el 7 de noviembre de 2010, por el papa Benedicto XVI, en una jornada histórica.