El Ayuntamiento de Barcelona y Telefónica han acordado la cesión a la ciudad de la cabina de teléfono 8595-A, situada en la calle Lledoner, 2, en el barrio de Sant Genís dels Agudells (distrito de Horta-Guinardó). Se trata de la última cabina telefónica con techo, puertas y recubrimiento de cristal, de los más de 500 teléfonos públicos que quedan en la ciudad de Barcelona. Esta semana la Comisión de Gobierno ha aprobado la aceptación de la donación que será formalizada en los próximos días a través del acta de cesión entre el gerente del Distrito de Horta-Guinardó y el Director General Este de Telefónica de España, S. A.

El Ayuntamiento de Barcelona siempre ha tenido inquietud para poner en valor los elementos singulares históricos que enriquecen el paisaje urbano de la ciudad, y eso ha provocado que se hayan buscado soluciones en el marco de una estrategia global de recuperación de la calidad de la imagen urbana, a través de la recuperación de elementos singulares. En este contexto, el Gobierno municipal manifestó a Telefónica su interés por esta cabina, visto su carácter simbólico, histórico y paisajístico y el pasado mes de febrero la compañía manifestó su voluntad de darla en la ciudad con el fin de convertirla en un elemento de memoria colectiva de Barcelona.

Retirada para rehabilitarla

Así, el próximo lunes, 8 de marzo, los equipos técnicos del distrito de Horta-Guinardó procederán a la retirada de la cabina de la vía pública con el fin de trasladarla a un depósito municipal. En los próximos meses el Instituto Municipal de Paisaje Urbano procederá a rehabilitarla y, posteriormente, la cabina se instalará ya de manera definitiva en la plaza Meguidó, en el mismo barrio de Sant Genís dels Agudells, donde pasará a tener un uso de punto de intercambio de libros (cross booking).

Un usuario en la última cabina telefónica de Barcelona / Sergi Alcàzar

Este uso se decidió en una consulta vecinal, realizada en el 2017 entre los residentes del barrio, a partir de la cual se determinó cuál tenía que ser su futuro. En total se presentaron 93 ideas de usos, entre las cuales hubo propuestas para que la cabina ofreciera una línea directa con el teléfono del civismo o con el 112, para que se convirtiera en un punto Wifi o para que siguiera siendo una cabina. Finalmente, la propuesta que más votos obtuvo fue la de convertirla en un punto de intercambio de libros.

La última cabina de Telefónica del modelo con puerta salió del anonimato gracias a Anna Farré, antigua profesora de instituto y vecina del Eixample que inició una campaña para preservarla. De esta manera, propiciado por el interés de la ciudadanía y por el Distrito de Horta-Guinardó, se puso en marcha este proceso para convertirla en patrimonio histórico y urbanístico del barrio y de la ciudad.

 

Imagen principal: La última cabina telefónica de Barcelona está situada en Sant Genis dels Agudells / Sergi Alcàzar