Desde el 1 de enero de este año, están prohibidas las estufas de combustión de gas a las terrazas de los bares, restaurantes y cafeterías de Barcelona, al entrar en vigor la ordenanza que aprobó en 2018 el Ayuntamiento de la entonces alcaldesa Ada Colau para acabar con la contaminación de estos aparatos. Sin embargo, sí que están permitidas las estufas eléctricas, a pesar de que con un límite de potencia de 150 W/m² y la condición que solo se pueden utilizar en el periodo comprendido entre el 1 de noviembre y el 30 de abril. Ahora, la Sindicatura de Greuges de Barcelona quiere ir más allá y para eso pide al Ayuntamiento del alcalde Jaume Collboni que extienda la prohibición a todas las estufas.
El defensor del pueblo de la capital catalana ha resuelto en este sentido en una actuación de oficio que se ha dado a conocer este jueves. La Sindicatura, que encabeza el síndico David Bondia, asevera que se tendrían que prohibir todo tipo de estufas en las terrazas "con el fin de evitar el impacto ambiental y el desperdicio energético" que suponen. Para sustentar el argumento, remiten a un informe de la Agència d’Energia de Barcelona (AEB) que señala que las estufas eléctricas tienen unas emisiones superiores a las del butano o el propano. Así, el síndico asevera que los aparatos solo se tendrían que permitir "si se alimentan de una fuente de energía renovable, y si se justifica por razones de promoción de un sector económico específico".
El síndico también argumenta que "la autorización municipal para que se instalen estufas eléctricas no solo va en contra de las conclusiones de un informe elaborado por la AEB, de la cual forma parte el Ayuntamiento, sino que no se corresponde con la Misión Europea 100 ciudades Net Zero". En este sentido, la Sindicatura recuerda que Barcelona forma parte del centenar de ciudades europeas comprometidas a ser climáticamente neutros en 2030. También señala que el Acord Climàtic de Ciutat contempla un marco regulador para el uso de calefacción y climatización en el sector terciario que se compromete a "evitar que se desperdicie energía y por conciencia social, regulando, entre otros, el uso de estufas en el exterior". Por eso, el síndic sostiene que para cumplirlo, el Ayuntamiento tendría que valorar la prohibición de estufas sean del tipo que sean.
El Ayuntamiento "no ha sido eficaz" para comprobar la retirada de las estufas de gas
Con respecto a la retirada de las estufas de gas en el espacio público este año, la Sindicatura ha criticado la falta de información facilitada por el Ayuntamiento, que, según argumenta el organismo, "impidió saber si la actuación había sido correcta". El síndico valora que eso supone un incumplimiento de su deber de colaboración. "El consistorio argumentaba que no podría facilitar el número dado que la infracción es por la de instalación de elementos no autorizados, lo cual podría incluir otros", ha asegurado la Sindicatura de Greuges, que ha dicho que después de su solicitud el ejecutivo aceptó contabilizarlo de manera específica, y publicó los datos sobre el número de inspecciones y sanciones. Por todo ello, la resolución concluye que el Ayuntamiento, en concreto el Àrea d’Urbanisme, Infraestructures, Acció Climàtica, Mobilitat, Serveis Urbans, Innovació Urbana, Agenda 2030 i Pla de Barris, "no ha sido eficaz para comprobar la retirada de las estufas de gas de las terrazas de los establecimientos de restauración, y que tiene que actuar de oficio en caso de incumplimiento".
El Gremi de Restauració estalla: "Fuera de lugar"
El Gremi de Restauració de Barcelona, por su parte, ya ha reaccionado y ha valorado la petición de la Sindicatura de Greuges como "fuera de lugar". La entidad subraya que el pleno es "el único competente para hacerlo" y "ya votó a favor que las terrazas pudieran disponer de estufas". Así, remarca que la función de la Sindicatura es "supervisar las actividades de la administración municipal" y que "no está gritada a participar del debate político como lo hace", apuntan. "Manifestaciones como las que recoge la mencionada resolución pervierten la función de la Sindicatura y suponen, además, carencia de respecto a un sector importantísimo de la economía local. Por todo esto, el Gremi insta al síndic, David Bondia, en primer lugar, a respetar la dignidad de la Sindicatura y, en segundo lugar, a no dejarse instrumentalizar por aquellos que, legítimamente, discrepan sobre las decisiones adoptadas por el plenario", remarca el Gremi.