La concejal del Ayuntamiento de Barcelona responsable del distrito de Horta-Guinardó, Rosa Alarcón (PSC), considera que después de dos semanas de cierre del perímetro de la batería del Turó de la Rovira, el balance es "positivo", ya que aunque recientemente colectivos vecinales de la zona han difundido imágenes de aglomeraciones en el exterior del recinto y de gente saltando la valla, la situación "ha mejorado mucho". "Hemos pasado de no menos de mil personas cada día en torno a un centenar, de las cuales hay algunas que cometen hechos puntuales como saltar la valla o beber alcohol", ha señalado Alarcón en declaraciones a ElNacional.cat.

En este sentido, la concejal defiende que ahora los saltos de la valla, que fueron detectados ya los primeros días de cierre, se producen "de forma muy puntual y esporádica" y que la Guàrdia Urbana actúa con desalojos y sanciones. Así, el lunes pasado, apunta la concejal, se desalojaron "una treintena de personas" de dentro del recinto y, en la zona exterior, se impusieron "siete sanciones por consumo de alcohol en vía pública". Además, apunta que la situación durante los fines de semana "no tiene nada que ver con la anterior" y que incluso la posibilidad de que las aglomeraciones se extendieran por los barrios y colinas de los alrededores se ha podido contener.

CIERRE TURO DE LA ROVIRA / Foto: Montse Giralt
Desde el pasado 2 de mayo que la cumbre del Turó de la Rovira queda cerrada desde las 19.30 horas hasta las 9.00 del día siguiente / Foto: Montse Giralt

La concejal, que sigue subiendo a menudo al Turó de la Rovira, también niega que ahora haya ocupaciones de la cima del Carmel y recuerda que los usuarios habituales de los autobuses empiezan a notar el cambio", ya que unos de los problemas de la masificación era que los vecinos se encontraban con el transporte público colapsado por la afluencia de turistas. "Ya dije que la valla no era la solución definitiva", ha insistido Alarcón, que ha anunciado el mantenimiento del refuerzo policial, así como "cambios en la cartelería", además de apuntar en que hará falta tiempo para gobernar la zona de la batería antiaérea del Turó de la Rovira.

"Ahora los vecinos pueden dormir"

A pesar de las quejas, Alarcón sostiene que se ha reunido con todos los vecinos y que estos, mayoritariamente, reconocen la mejora: "Ahora los vecinos pueden dormir, antes no podían", señala la concejal, que insiste en hacer una "valoración positiva" de la situación porque "las medidas que se han tomado empiezan a dar frutos". "Eso no quiere decir que esté resuelto al cien por cien, pero hemos acabado con las fiestas ilegales y la gente que sube a beber alcohol se ha reducido". Por eso, Aracón se ha fijado el objetivo de asegurar que en verano los vecinos puedan dormir.